Política Más cambios en el Correo Argentino: renunció el presidente y lo reemplazará otro ex Socma  Deberá llevar adelante el fuerte plan de ajuste que impulsa el Gobierno para reducir el déficit de $ 3500 millones de la empresa, y que aún no se formalizó entre los gremios. El mensaje importante todavía no se entregó, pero en el Gobierno sigue preparando el terreno en el Correo Argentino para avanzar en el plan de ajuste que viene elaborando desde abril. Ayer, comunicó a gerentes y directores sobre una baja importante: la del presidente, Jorge Irigoin, uno de los hombres que más experiencia tiene en el negocio postal, pero también uno de los que propugnaba un esquema de reformas más gradual al que finalmente impulsará el Ministerio de Modernización con el apoyo de Jefatura de Gabinete.
Si bien la renuncia de Irigoin todavía no se formalizó, ya la comunicación se hizo internamente al management y directorio de la empresa, y se informó que su reemplazante será Luis Freixas Pinto, que ingresó a la compañía como director hace sólo dos meses. Consultado al respecto, Irigoin, que se encuentra de viaje fuera del país, confirmó su salida, y aseguró a este diario que dejaba su cargo por "motivos personales".
Pero quienes siguen de cerca el funcionamiento del Correo Argentino saben que Irigoin no estaba de acuerdo con la propuesta de ajuste que se gestó en Jefatura de Gabinete. Irigoin es un viejo conocido del presidente, Mauricio Macri, y en particular, de su padre Franco, quien le encomendó en su momento la gestión del Correo Argentino en los años 90. Luego, en los años 2000, continuó en el negocio postal, como responsable de salvar a OCA, entonces en manos del Grupo Advent International, del concurso de acreedores. Pocos hombres fieles al Gobierno tienen tanto conocimiento del negocio postal.
El plan de ajuste que tiene previsto el Ministerio de Modernización comunicarle esta semana a los gremios de la empresa postal incluye 1700 despidos, la eliminación del aporte patronal a los sindicatos -que hasta ahora era de un 7,5% del salario-, establece que dejará de pagar las licencias gremiales -por los empleados del Correo que se dedican exclusivamente al trabajo sindical- y que no habrá ajustes salariales para el año próximo. Más aun, la idea es que el 5% de aumento salarial pendiente de 2017, que debía pagarse en enero próximo, recién se completará en mayo.
Para nuevas inversiones, la idea es destinar el año que viene entre $ 400 millones y $ 900 millones, cifra sobre todo en el primer caso, que no alcanzaría para cubrir los gastos de amortización del Correo y, mucho menos, la transformación de la empresa en una compañía de logística y con foco en el negocio de paquetería, como sucede en los correos de los países más desarrollados.
A simple vista no parece una propuesta fácil de digerir para los 96 gremios que nuclean a los poco más de 16.600 empleados del Correo Argentino. Sin embargo, el Gobierno está convencido que es la única salida para reducir el rojo de la empresa que este año alcanzará los $ 3500 millones, uno de los más elevados dentro del holding de compañías del Estado.
El desafío de llevarlo adelante recaerá en Freixas y en el gerente general de la empresa, Gustavo Papini, un hombre cerca al vicejefe de Gabinete Mario Quintana . Antes de incorporarse al directorio del Correo, Freixas fue director por parte del Estado en Aeropuertos Argentina 2000, pero previamente hizo una larga carrera como CEO de Autopistas del Sol (Ausol), la empresa concesionaria de la Panamericana, en la que hasta comienzos de este año tuvo todavía una participación menor del 7% el Grupo Macri. Hasta el 2001, Sideco, una de las compañías del holding del Socma, poseía el 23% de Ausol.
Fuente: La Nación
Miércoles, 13 de diciembre de 2017
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