Política Bancas, despachos, favores y contratos: empezó "la repartija" en el Senado  El poder en la Cámara alta se manifiesta de las formas más diversas; negociaciones en los pasillos y expectativa por la llegada de Cristina Kircher. La "repartija" de favores, cargos, contratos, presidencias de comisiones y despachos en el Senado ya empezó. Esta mañana, en la ceremonia de jura de los nuevos senadores, y durante los próximos meses, comenzarán a verse los signos de poder político de los legisladores que llegan, pero también de los que continúan con sus mandatos.
El símbolo de poder más importante en la Cámara alta es la jefatura de bloque. Pero los senadores también demuestran fuerza a través del despacho que ocupan, los lugares donde se sientan en el recinto, la cantidad de comisiones y empleados que trabajan para cada uno y los cargos que obtienen, entre otros.
Estos factores son producto de largas -y a veces arduas- negociaciones desde el día de las elecciones hasta la Asamblea Legislativa, donde la monedas de cambio son cargos, favores y promesas de favores. En el Senado dicen que empezó la "época de repartija". Para el 1º de marzo, cuando comienza el período de sesiones ordinarias, las jefaturas de bloque, posiciones en el recinto; las presidencias y vicepresidencias de las comisiones; y las autoridades de Cámara deben estar resueltas.
Las presidencias
Las presidencias de bloque se deciden o confirman cada uno o dos años, en general, en reuniones entre los senadores del partido. La más llamativa, este año, es la del peronismo y su liderazgo es una incógnita que aún no se reveló. Con la bancada más numerosa (36 senadores), aún no se sabe si Miguel Ángel Pichetto continuará al frente; si será reemplazado por Cristina Kirchner; o bien si el bloque se quebrará en dos (o más) espacios.
Desde el entorno del rionegrino se muestran seguros sobre su continuidad. "Nunca hubo ningún planteo de diferenciación respecto de la continuidad de Pichetto".
El radicalismo lo redefine cada dos años, también a través de una votación al interior del bloque. La semana pasada la UCR anunció que el titular de Cambiemos por los próximos dos años será el formoseño Luis Naidenoff, quien se impuso en la pulseada interna de su partido contra la senadora por Tucumán Silvia Elías de Pérez.
Posiciones en el recinto
Es de gran importancia para los senadores definir los asientos del recinto en los que se sentarán durante las sesiones. "Dentro de un bloque, el lugar en el recinto significa poder. En la Cámara, según la ubicación, se logra mayor presencia y visibilidad. Tiene mucho que ver con los egos", dijo un ex asesor que estuvo durante seis años bajo la órbita de una senadora radical.
En cuanto a la composición total del recinto, los bloques se distribuyen de mayor a menor, de izquierda a derecha.
Por tradición, los jefes de bloque se sientan en la segunda fila. Y a su alrededor se ubican los senadores de mayor relevancia al interior de la fuerza. Por ejemplo, no es lo mismo pertenecer al radicalismo y sentarse cerca de Ángel Rozas (presidente del bloque de la UCR), que a tres o cuatro bancas de distancia.
"Para saber cuál es la mesa chica del bloque, es decir, quiénes mandan y hacen la rosca, sólo hace falta ver la distribución en el recinto. Se acostumbra que el presidente del bloque se siente en el medio. Los que se sientan más lejos suyo son los senadores periféricos", dijo un ex jefe de bloque peronista.
¿Y quién asigna los asientos cuando son bloques de más de un senador? El jefe de bloque.
Por su parte, los senadores de los bloques unipersonales negocian con sus pares y con la Secretaría Parlamentaria para ubicarse cerca de sus aliados. "Es una forma de mostrar mayor fuerza de la que tienen en soledad", dijo un ex asesor.
Comisiones, contratos, viajes
La cantidad de comisiones y los cargos como presidente de comisión no están predeterminados sino que -también- se negocian. Primero, al interior de cada bloque; y luego, entre las distintas fuerzas.
Manejarlas y/o liderarlas es importante porque allí se firman los dictámenes para pasar los proyectos de ley al recinto. Además, los presidentes de comisión tienen la posibilidad de pedir más personal a su disposición.
Y a su vez, las comisiones se miden en cuanto a su calidad. Las "de primera línea", describen en el Senado, son las de Asuntos Constitucionales (clave en la modificación de leyes), la de Relaciones Exteriores (sus miembros tienen más posibilidades de que se les autoricen viajes protocolares por el mundo) y la de Presupuesto (central a la hora de definir las cuentas públicas nacionales). "El resto son para la tribuna", dijo un ex senador.
Aunque "se estila" que el bloque de la mayoría tenga a disposición la mayor cantidad de comisiones, debe negociar siempre con el oficialismo, que tiene preponderancia como tal.
Por ejemplo, en el recambio de 2015, la oposición "le dejó" las comisiones estratégicas al oficialismo, pero a cambio negoció quedarse con la presidencia de la comisión de Presupuesto.
"Todo se negocia"
Una fuente del Senado lo resumió: "Todo se negocia, nada es tajante, y siempre hay compensaciones".
Por otra parte, la Casa Rosada siempre está presente: "En la época en que el FPV era oficialismo y bloque mayoritario al mismo tiempo, Pichetto consensuaba con Cristina quién presidía cada comisión", siguió. "Por ejemplo, Cristina pedía que Ambiente nunca fuera presidida por un senador de una provincia cordillerana. O pedía que Presupuesto no fuera para una provincia que tuviera deuda. Después, eso se consensuaba".
La cantidad de comisiones que se integran también se mide. Mientras algunos senadores integran sólo dos (por ejemplo, Gerardo Zamora, de Santiago del Estero), otros están en más de 20 (Adolfo Rodríguez Saa, San Luis, forma parte de 22). La mayor parte de los legisladores ocupa entre 8 y 12 comisiones.
AUTORIDADES
El 24 de febrero de cada año, el Senado se reúne en "sesiones preparatorias" para designar autoridades (y fijar los días y horas de sesiones ordinarias). Según el reglamento, se eligen por mayoría absoluta. Aquí también mandan la tradición y la negociación.
"Hay tradiciones que se respetan. Las autoridades de Cámara se definen por acuerdo entre los bloques", dijo a LA NACION en su despacho en el primer piso del Palacio el secretario parlamentario, el radical Juan Pedro Tunessi.
DESPACHOS
Los despachos que ocupa cada senador también hablan de su peso y las conversaciones por las mejores oficinas nunca faltan. Se producen antes de la asunción del 10 de diciembre, aunque a veces se extienden durante el verano. Los senadores de mayor peso, entre los que siempre se encuentran los jefes de bloque, tienen los despachos de mayor tamaño y mejor ubicación y distribución. Los más requeridos son los que están en el Palacio, donde sólo hay lugar, aproximadamente, para la mitad de los legisladores. El resto, va a "la Caja", donde funciona el edificio anexo.
Miércoles, 29 de noviembre de 2017
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