España El PSOE se resigna a la abstención y Rajoy ya piensa en su nuevo gobierno  "Voy a intentar gobernar. Soy plenamente consciente de los apoyos que tengo, pero no es la primera vez que un gobierno está en minoría", dijo el conservador Mariano Rajoy. El Partido Socialista (PSOE) afronta el domingo un cónclave crucial en el que se espera que sus dirigentes decidirán facilitar la reelección del conservador Mariano Rajoy para evitar unas terceras elecciones en España, mientras persiste la duda sobre la fórmula que adoptarán para sufrir el menor desgaste posible.
"Voy a intentar gobernar. Soy plenamente consciente de los apoyos que tengo, pero no es la primera vez que un gobierno está en minoría", dijo por su parte Rajoy en conferencia de prensa en Bruselas, tras participar de una cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) que tuvo lugar en la capital de Bélgica.
A la espera de la decisión que adopte el PSOE y asumiendo, sin entrar en ello, que se inclinarán por facilitar su reelección, Rajoy sostuvo que el hecho de que su próximo gobierno no tenga mayoría absoluta "puede convertirse en una gran oportunidad para dejar resueltos algunos de los grandes retos que España debe afrontar en el futuro". "Todos tenemos que ceder en nuestros planteamientos de máximos", remarcó, luego de admitir que parte del programa de su Partido Popular (PP) no saldrá adelante.
Todavía divididos y sumidos en una profunda crisis, los socialistas asumen con resignación que la abstención ante la investidura de Rajoy es la única opción para impedir que España se vea obligada a regresar a las urnas.
La segunda fuerza política española celebrará pasado mañana un Comité Federal - reunión de uno de sus órganos de decisión- para fijar la posición que llevarán a las consultas que inicia el lunes el rey Felipe VI para sondear la posibilidad de designar a Rajoy como candidato a la presidencia del gobierno.
El plazo para formar gobierno vence el 31 de octubre, y en el PSOE son mayoría los que no quieren una repetición electoral, como lo demostraron imponiéndose en la guerra interna que desembocó en la dimisión del ex secretario general, Pedro Sánchez, partidario de mantener el veto a Rajoy.
La decisión, que casi rompe el PSOE en dos, ha sido trascendental, ya que buena parte de la militancia socialista considera que permitir que gobierne Rajoy es una "traición" y tendrá un efecto devastador para el partido que deberá luchar contra Podemos para ser el referentes de la oposición a un nuevo gobierno del Partido Popular (PP).
Los graves casos de corrupción en los que está involucrado el PP y que en estos días están siendo juzgados colocan a los socialistas en una situación muy incómoda, en el peor de los escenarios.
Sin embargo, el PSOE ya sólo discute cómo llevar a cabo la maniobra de abstención sin sufrir un costo político mayor que profundice aún más su crisis interna.
La fórmula de la abstención divide a los socialistas entre los que son favorables a que sólo lo hagan los 11 diputados que necesitaría Rajoy para ser reelegido, y los que defienden que todo el grupo parlamentario socialista, 85 diputados, debe votar en bloque.
"Elegiremos entre el 'no' y la abstención", reiteró hoy Javier Fernández, el presidente asturiano y de la gestora que dirige al PSOE -y que está controlada por la dirigente andaluza Susana Díaz-, sin querer entrar en la fórmula ya que siempre defendió la disciplina partidaria y, por lo tanto, el voto en bloque.
La abstención por la mínima daría una sensación de que la posición adoptada por el partido socialista es vergonzante, de ahí que algunos socialistas consideran que no es una posibilidad. Además, el bloque daría sensación de unidad tras la guerra fratricida que generó en el histórico partido español este debate.
Desde hace tiempo algunos dirigentes como el extremeño Guillermo Fernández Vara abogan por una "abstención técnica" para evitar nuevas elecciones y que enviaría el mensaje de que el PSOE está en contra del PP pero permite que haya gobernabilidad en España.
Los socialistas catalanes, fieles a Sánchez y que se mantienen en el "no" a Rajoy al punto que amenazan con romper la disciplina del partido, también se abrieron a esta posibilidad.
Pero Fernández advirtió que revisaría las relaciones entre la formación catalana y sus hermanos españoles si los diputados catalanes se desmarcan de la decisión del partido.
Ante la previsible abstención del PSOE, que permitirá poner fin a 10 meses de incertidumbre y parálisis política, el rey Felipe VI acortó al máximo la ronda de consultas con los partidos políticos españoles para intentar que Rajoy obtenga la reelección el sábado 29 de octubre.
El monarca abrirá el lunes por la mañana la ronda de contactos con los 15 representantes de los partidos españoles con representación parlamentaria y la cerrará el martes por la tarde, con Rajoy, el candidato más votado en los últimos comicios del 26 de junio, según el calendario anunciado hoy por la Casa Real.
Es probable que la misma tarde del próximo martes Felipe VI comunique a la presidenta del parlamento, Ana Pastor, que encargará formar gobierno al aspirante del PP, con lo que el debate de investidura podría celebrase al día siguiente y la primera votación el jueves.
Debido a que se prevé que Rajoy no supere la primera votación en la que necesita contar con la mayoría absoluta del Parlamento, 48 horas después tendrá lugar la segunda votación, en la que tiene que sumar más votos a favor que en contra, lo que podría derivar en su elección gracias a la abstención socialista.
En caso de que no se concreten las expectativas de formación de gobierno, el rey Felipe VI se verá obligado a disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones, las terceras en un año, algo inédito en la democracia española.
Rajoy fue el candidato más votado en las dos últimas elecciones celebradas en diciembre y en junio, pero sin mayoría suficiente para gobernar en solitario, lo que llevó a España a una situación de bloqueo político sin precedentes puesto que los conservadores no contaban con aliados que quisieran apoyarlos.
La llegada al Parlamento español en diciembre de dos nuevas fuerzas políticas, la izquierdista Podemos y los liberales de Ciudadanos, restó poder a los dos grandes partidos tradicionales, PP y PSOE, que, no obstante, siguen siendo los únicos partidos con capacidad de gobernar.
Fuente: Télam
Sábado, 22 de octubre de 2016
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