Economía Empresas presupuestan un 2017 de moderado crecimiento  Comenzó el arduo trabajo de diseñar los planes para el próximo año y las empresas ajustan sus escenarios. Mientras, aguardan conocer las pautas del Presupuesto Nacional. Son tiempos de presupuestos. Las oficinas de planeamiento trabajan a destajo. Desde las casas matrices llegan los pedidos de información para confeccionar el presupuesto del próximo año. Así, empresas y bancos intensifican sus reuniones internas y con sus consultores de cabecera. Un paneo sobre las principales proyecciones macro con las que están trabajando las empresas para 2017 reflejan un cauto optimismo. Será básicamente un año de crecimiento, de menor inflación, más consumo, menores tasas y con un dólar, considerado, barato.
Sobre estos supuestos preliminares, mientras se espera conocer las pautas del Presupuesto Nacional, se elaboran los primeros presupuestos para 2017 que además de venir de un proceso recesivo tendrá la particularidad de ser un año electoral. Que de no tratarse de la Argentina sería un dato de color pero se trata de un factor relevante. Así lo muestran principalmente los últimos años donde el PBI solo creció en períodos electorales.
Como además desde el oficialismo emiten un mensaje de "todo sea para ganar las elecciones y apuntalar la gobernabilidad", gran parte de las esperanzas de reactivación se sustentan en las políticas expansivas que llevará a cabo el Gobierno. Al respecto consideran que si bien el contexto internacional no jugará a favor ni tampoco será de viento en contra, las condiciones financieras internacionales brindarán margen para financiar una política fiscal expansiva con miras a la elección legislativa de octubre de 2017.
En lo que resta del año se espera que la actividad, en el mejor escenario, deje de caer para luego encarar una reactivación moderada con una suba del PBI del orden del 3 al 4% donde será determinante el rol de la obra pública; el repunte del agro, siempre y cuando el clima colabore; el paquete jubilaciones-blanqueo y algunas inversiones privadas en el sector energético. Vale señalar que los pronósticos contemplan una recuperación centrada en el agro, la industria, sobre todo la vinculada al agro, y en el sector de electricidad, gas y agua. Lo cual implicará un arrastre estadístico de más del 1% para 2017. Esto significa que si la economía se estancara el año que viene sólo crecería poco más del 1%. Pero las proyecciones apuntan a que a partir del segundo trimestre el PBI crecerá más del 3% interanual con tasas de casi un 5% en los últimos dos trimestres, donde pegaría a pleno el gasto electoral y la mejora del salario real, producto de las paritarias y la menor inflación. Al respecto, en lo que resta de 2016 también se espera que la inflación ceda con una expectativa de que descienda a niveles del 20 al 25% en 2017. En este contexto se proyecta una apreciación cambiaria de entre el 30 al 35% (dólar promedio de $18) en consonancia con un déficit fiscal (del 4,8% del PBI) financiable con más deuda. Esto coadyuvará a "anclar" las expectativas inflacionarias. Mientras la tasa de interés Badlar ($1 millón a 30 a días) se ubicaría en torno del 18% anual.
Estas son las pautas generales a la espera de conocer las del Presupuesto Nacional. De modo que los "drivers" del próximo año se centrarían en el agro, la agroindustria, la construcción vinculada a la obra pública, las inversiones y la recuperación del salario real a partir de marzo. No se contempla un ajuste del gasto público, sólo de subsidios.
Lo que está claro es que el escenario de bajar la inflación de más del 45% anual a la mitad y crecer más del 3% es muy plausible; pero para bajar la inflación del 25% a un dígito requerirá de un plan de estabilización.
Fuente: Ámbito
Jueves, 11 de agosto de 2016
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