Sociedad El violento temporal dejó dos muertos y serios destrozos en Capital y el Conurbano Un padre y su hijo murieron electrocutados, en la localidad de Caseros. Se volaron los techos de una escuela, un garaje y una estación de servicio. Hubo 665 evacuados y daños en casas. Tenía días de anuncios y alertas. Era la lluvia que prometía bajar la temperatura y la humedad, inéditas para abril. Pero que a lo largo de la semana, salvo excepciones como en La Plata y en el sur del Conurbano, se había comportado como una llovizna. Sin grandes modificaciones, ningún alivio. Hasta la madrugada de este domingo cuando se convirtió en un evento extremo, que incluyó dos muertos, voladuras de techos, centenares de árboles caídos, miles de usuarios sin luz y evacuaciones de zonas inundadas.
La tormenta afectó a la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. A partir de las 3.30 del domingo lo que había empezado como inofensivas gotas de lluvia se convirtió en un temporal de viento, granizo y diluvio. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que en un lapso de 24 horas cayeron 108 milímetros de agua en el área metropolitana, cuando se preveía que ese mismo número fuera el acumulado de precipitaciones para la semana entera.
Tanta agua en tan poco tiempo, junto a vientos de hasta 150 kilómetros por hora, dejaron escenas de apocalipsis doméstico. El partido de Tres de Febrero fue uno de los más afectados. El diluvio provocó la muerte de un padre y su hijo. En el patio de la casa familiar quedaron sus cadáveres.
El domingo a la madrugada cuando cientos de miles de porteños y bonaerenses se levantaban de sus camas, alarmados por los truenos y relámpagos, y otros tantos salían a la calle en pijama para dejar sus autos bajo techo, a resguardo del granizo, Alejandro Paul Apud, de 42 años, fue hasta el fondo de su vivienda, en Caseros, para cerrar una puerta de chapa. Para ese momento su patio ya estaba inundado y bastó con que pusiera su mano en la puerta para quedar electrocutado. Sólo llegó a gritar. Su hijo, Ezequiel, de 19 años, quiso ayudarlo. Los dos murieron por la corriente.
Así lo graficó la Policía, bomberos y médicos del SAME. La esposa de Alejandro y madre de Ezequiel fue asistida por miembros del servicio municipal de “Atención a la víctima”, mientras aguardaba la finalización de las autopsias y la entrega de los cuerpos.
Sólo en Tres de Febrero hubo 120 incidentes. Paneles de policarbonato que se alzaron como un globo de helio, laberintos de árboles caídos, veredas que funcionaron como depósitos de chapas y postes de luz, colapso de servicios y una torre de publicidad que osciló durante minutos hasta caer arriba de cuatro casas. Ocurrió en avenida General Paz al 2600 en el peor tramo del temporal, poco después de las 3. La estructura, de unos 20 metros, quedó recostada sobre las viviendas.
"Que nadie saliera lastimado fue totalmente fortuito. En algunas casas no había gente, pero en otras sí. Estaban durmiendo. Fue una suerte que la torre no cayera sobre habitaciones", describieron desde el Municipio a Clarín. Además de viviendas, bajo el hilo de ruinas había un kiosco. Algunas de las empleadas dijeron antes las cámaras de televisión que el poste solía moverse y hacer ruido cuando se levantaban fuertes vientos. Las velocidades de hasta 150 kilómetros lo terminaron de tumbar.
El cartel tenía una habilitación vigente desde 2014 hasta 2020. Estaba montado adentro de una casa, en una suerte de garaje. En su caída, además de derribar paredes y medianeras, arrastró el cableado y dejó a toda la manzana sin luz.
En simultáneo, los paneles de chapa del Club Santa Clara, en Fuerte Apache, se desplomaban por el peso del agua. Es el club donde de chico jugaba Carlos Tevez. "Que tristeza e impotencia. Tanta lucha con los papas del club y en un minuto se cae todo. Imposible volver a tener un techo. Necesitamos ayuda urgente del Intendente", pedía el usuario Chile Zárate por Facebook. Su posteo estaba acompañado por imágenes de destrucción.
Esas escenas también se replicaban en otros 14 distritos de la Provincia, con 665 evacuados y 420.000 usuarios bonaerenses sin suministro de electricidad. Según un relevamiento del equipo de la gobernadora María Eugenia Vidal, el temporal afectó en forma especial los municipios de Merlo, Tres de Febrero, Ituzaingó, Quilmes, Pilar, La Plata y Morón. En ese último, se desprendió el techo de una escuela. La estructura de dos aguas salió despedida y la planta alta quedó destrozada. Los alumnos, alrededor de 400 entre menores y adultos, no podrán volver. Desde el miércoles, quedarán redistribuidos en instituciones cercanas.
La escuela está ubicada a media cuadra del aeropuerto de El Palomar, donde se suspendieron y demoraron vuelos por la tormenta. En las calles de Morón hablaban del paso de un "mini tornado". Desde el SMN advirtieron a Clarín que para calificar al fenómeno de esa manera, debía encontrarse una imagen del clásico embudo de aire tocando tierra. Hasta entonces no existía, pero agregaban: "Las tormentas pueden tener vientos que en velocidad superan a las de un tornado. No hay que subestimar su poder de daño".
Las intensas lluvias, además, sobrecargaron las cuencas de ríos que atraviesan buena parte del suelo bonaerense. Hubo desbordes en los cauces del Río Lujan, arroyo Las Flores, Santa Águeda, Pinado, Salas, Burgueño, Calabaza, Las Piedras y Del Rey.
El paisaje en Ciudad de Buenos Aires ya había recuperado hacia la tarde su normalidad. Pero durante horas fue de película. Cascadas cayendo sobre los mostradores en Aeroparque; pasos bajo nivel convertidos en piletas con autos de los que solo se podía ver el techo; vías, andenes, escaleras y pasillos del subte bajo el agua; autos abiertos como flores de metal por la caída previa de un árbol; balcones cubiertos de granizo con forma de pelotas de golf; y una foto viralizada que prueba otra vez la desidia: un rayo cayendo a metros de un escenario y de un público masivo. Fue en el estadio Malvinas Argentinas, en La Paternal. El rayo impactó en una punta del escenario, que después se derrumbó como consecuencia del viento. Los organizadores desoyeron los alertas meteorológicos.
También, se desplomó el techo de una estación de servicio sobre la General Paz, en Liniers. Y tampoco se salvó el Hospital Borda. Se vino abajo la pared del Centro de Investigaciones que da a la avenida Amancio Alcorta, el mismo muro se había caído en 1991, en otra tormenta.
Fuente: Clarín
Lunes, 30 de abril de 2018
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