Nacionales Cambiemos arriesga casi la mitad de sus diputados nacionales pero confía en aumentar su número  El oficialismo tendrá una prueba de fuego en las próximas elecciones legislativas cuando se enfrente al desafío de suplir los 41 escaños de diputados que pone en juego, casi la mitad de su bloque, y a la posibilidad de incrementar su número, especialmente en la provincia de Buenos Aires. Sucede que en ese distrito, el que más bancas reparte, Cambiemos arriesga apenas cuatro, con lo cual le bastará con hacer un discreto desempeño electoral para engrosar generosamente la bancada.
Esto es así porque en 2013 el PRO decidió no confrontar electoralmente con Sergio Massa, que era en ese momento el caballo de batalla de la oposición para frenar al kirchnerismo, por lo que acordaron colar algunos pocos candidatos del macrismo en la lista del Frente Renovador.
En 2013 además, cuando la alianza Cambiemos estaba todavía lejos de hacerse realidad, la UCR había tenido una muy módica elección en Buenos Aires, obteniendo solamente bancas para Ricardo Alfonsín y Héctor "Cachi Gutiérrez".
Dado que los resultados electorales del 2017 se cotejan con los de 2013, a Cambiemos se le presenta la oportunidad invaluable de engrosar su bancada a fin de arrimarse a un número que le permita tener una mayor autonomía, sin depender tanto de acuerdos legislativos con los bloques de la oposición autodenominada "responsable", pero de conducta errática, como el Frente Renovador de Sergio Massa, y el bloque Justicialista de Diego Bossio.
Algunos de los diputados de Cambiemos a los que se les extingue la banca son Elisa Carrió (que buscará renovar en alguna de las dos cámaras), Fernando Sánchez (Coalición Cívica), Luciano Laspina, Alicia Besada (PRO), Gabriela Burgos, Diego Mestre, Mario Barletta Carla Carrizo, Luis Petri y Luis Pastori (UCR).
El Frente para la Victoria es el segundo espacio político que más bancas expone, ya que deberá renovar los cargos de 32 de los 72 legisladores que hoy detenta el kirchnerismo (sumando a los aliados Carlos Heller y Oscar Martínez).
Esta elección tendrá para el espacio peronista-kirchnerista un sabor diferente, ya que será la primera en que lo hará en condición de oposición.
Desde ese lugar, intentará mejorar la marca obtenida en 2013, cuando en la provincia de Buenos Aires perdió a manos de Sergio Massa y logró que ingresaran al Congreso sólo doce diputados, de los cuales conserva diez, a los que ahora se les vence el mandato.
Ellos son el actual jefe de bloque, Héctor Recalde; Gustavo Arrieta, Carlos "Cuto" Moreno, Diana Conti, Carlos Kunkel, Luis Cicogna, Edgardo Depetri, Juliana Di Tullio, Dulce Granados y Teresa García.
También el FpV-Pj pondrá también en juego tres bancas por Entre Ríos (Carolina Gaillard, Jorge Barreto y Lautaro Gervasoni) y dos por la Ciudad de Buenos Aires (Liliana Mazure y Juan Cabandié, el único de La Cámpora que renueva), entre otras.
La apuesta para el FpV-Pj, más allá de resolver su propia interna, es revertir la relación de fuerzas que actualmente favorece a Cambiemos, de manera tal de convertirse en primera minoría, o al menos achicar la diferencia.
El massismo, por su parte, deberá trabajar duro para no resignar representación, dado que deberá revalidar la excelente elección que hizo en la Provincia de Buenos Aires en 2013.
A nivel nacional, y contando a las fuerzas aliadas de las diferentes provincias, el FR-UNA pondrá en juego 20 de las 37 bancas de las que dispone hasta fin de año, entre las que se incluyen las del propio Sergio Massa, el exgobernador Felipe Solá, el jefe de la CGT Héctor Daer, José Ignacio de Mendiguren, Claudia Rucci y Mirta Tundis.
Si bien le será casi imposible superar el tercer lugar del podio (que lideran Cambiemos y el Frente para la Victoria), el desafío del massismo será recortar la ventaja que le llevan esos dos espacios y por otro lado, estrenar alianzas con sectores del progresismo y del justicialismo inorgánico.
El bloque Justicialista, en tanto, arriesgará 8 de sus 17 escaños, entre los cuales se destaca el de su jefe de bloque, Oscar Romero.
Este año vence además la diputación de Stolbizer, una de las figuras políticas que en los últimos tiempos más expectativa generó en el ecosistema político, tanto por sus persistentes denuncias contra Cristina Kirchner como por su alianza con Massa.
En general, el interbloque Progresistas que lidera Stolbizer corre peligro de extinción a nivel parlamentario ya que pone en juego siete de las ocho bancas, siendo el Partido Socialista el más expuesto, dado que este año caducan los mandatos de sus cuatro diputados: Alicia Ciciliani, Hermes Binner (Santa Fe), Gabriela Troiano (Buenos Aires) y Lucila Duré (Formosa).
Por el lado de la izquierda trotskista, se ponen en juego tres bancas (Soledad Sosa, Pablo López, Juan Carlos Giordano).
El principal foco de atención allí se centrará en la interna que protagonicen Néstor Pitrola del Partido Obrero y Nicolás del Caño del PTS en la provincia de Buenos Aires; en tanto que por la Ciudad intentará retomar su banca Myriam Bregman (PTS).
Otros diputados a los que se les vence el cargo son, entre otros: Darío Giustozzi (Juntos por Argentina), Luis Lusquiños y Berta Arenas (Compromiso Federal), Remo Carlotto y Andrés Guzmán (Peronismo para la Victoria), Omar Plaini (Cultura Educación y Trabajo) y Alcira Argumedo (Proyecto Sur).
Más allá de la cosecha concreta de legisladores que cada fuerza logre acopiar, existe un fuerte consenso en que la decisión en las urnas será determinante en cómo quedarán posicionados tanto el oficialismo como las distintas fuerzas de la oposición con vistas al 2019.
Fuente: NA
Sábado, 18 de marzo de 2017
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