Sociedad El clima no da tregua: incendios, inundaciones, granizo y hasta tornados  En Río Negro declarán la emergencia por el fuego mientras que la cuenca lechera de Santa Fe está bajo el agua. Una fábrica a techo abierto, así muchos productores agropecuarios definen su trabajo y claro que aquí el clima juega un rol fundamental casi tanto como las obras de infraestructura y acciones de prevención, dos cuestiones que todavía dejan mucho que desear. Lamentablemente las últimas semanas trajeron diversas inclemencias climáticas a distintas zonas productivas que, una vez más, pusieron en primer plano los serios problemas estructurales que debe afrontar el agro local.
Desde inundaciones en el sudeste bonaerense y las principales cuencas lecheras de Santa Fe y Córdoba, pasando por incendios en campos agrícolas y/o ganaderos de Río Negro, La Pampa y otra vez Buenos Aires, hasta granizo en Entre Ríos.
Algunas estimaciones detallan que actualmente entre 400.000 y 600.000 hectáreas productivas de la Argentina están siendo afectadas por incendios. El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, prometió que hoy declarará la emergencia y desastre agropecuario en la región y además comenzarán a distribuir forraje para alimentar al ganado. Sólo en esta provincia poco más de 400.000 hectáreas, principalmente ganaderas fueron afectadas por el fuego.
En Buenos Aires la situación es similar e incluso muchos productores agropecuarios y dirigentes gremiales del sector advierten que desde hace más de 25 días están sufriendo por el fuego en sus campos pero encuentran poca visibilidad a su problemática y todavía menos acciones de prevención.
En La Pampa se repite la historia, cientos de hectáreas afectadas y en las tres provincias los bomberos junto a personal de Defensa Civil y hasta los propios productores luchan contra las llamas pero justamente muchos denuncian la falta o los pocos aviones hidrantes que colaboran con la tarea.
El agua también tiene a mal traer a la producción agropecuaria, el sudeste bonaerense, Córdoba y Santa Fe tuvieron que afrontar excesos hídricos durante todo el año y en los últimos días la situación se agravó.
En Santa Fe, más precisamente en el Departamento de Castellanos, epicentro de la cuenca lechera provincial, miran el cielo esperando que no llueva más pero los pronósticos climáticos no son muy alentadores.
El centro y oeste productivo de la provincia está afrontando una de las peores inundaciones de los últimos años, los tamberos están buscando cómo sacar a las vacas de los establecimientos y a la par otros ya prevén mandarlos directamente al frigorífico.
Aquí los pobres caminos rurales no colaboran y además la falta de obras hídricas y planeamiento agravan la situación porque el agua no encuentra para donde correr.
La promesa del Gobierno provincial es que hoy la Comisión de Emergencia evaluará los daños y a partir de ahí se buscarán mecanismos de acción para ayudar a los productores afectados.
En Córdoba, después de las lluvias de la semana pasada que cayeron sobre gran parte la región productiva el gobernador, Juan Schiaretti, recibió a representantes de entidades agropecuarias quienes le solicitaron que los productores afectados no paguen el inmobiliario rural, pero no hubo acuerdo en este punto. En contra partida el mandatario prometió la creación de un fondo anticíclico y la ejecución de algunas obras para mejorar caminos rurales, principalmente aquellos localizados en la cuenca lechera.
Mientras tanto en Buenos Aires las precipitaciones de los últimos días pusieron en alerta a muchos productores agropecuarios pero por el momento los pronósticos climáticos no son catastróficos.
Claro que en este cóctel climático hay para todos los gustos y en el transcurso de pocas horas hubo desde un tornado en Trenque Lauquen que mató animales, derribó alambrados y camiones hasta la caída de granizo en la localidad de Gualeguay, Entre Ríos.
Por ahora todos continúan mirando con ansias los pronósticos climáticos pero, fundamentalmente, los productores agropecuarios están pidiendo que se invierta en serio en obras de infraestructura porque el clima no se puede prever pero algunas situaciones, claramente, se podrían evitar.
Fuente: Ámbito
Miércoles, 4 de enero de 2017
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