Corrupción K Lavado: Cristóbal López busca que su socio Fabián de Sousa quede como único responsable El empresario amplió su indagatoria en una causa sobre desvíos de fondos del Estado en sus compañías.
Después de buscar desligar a sus hijos en una causa por lavado de dinero y así evitar que terminen procesados, Cristóbal López pidió ampliar su indagatoria en la causa Agosto SA (empresa de Osvaldo Sanfelice, socio de los Kirchner), y ante el juez Julián Ercolini buscó justificar las operaciones pero responsabilizando de todo a su socio Fabián De Sousa.
La Justicia sospecha que parte de los 8.000 millones de pesos que Cristóbal López no pagó al fisco-correspondientes a la retención del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) que Oil Combustibles hacía a sus clientes- se derivaron a Agosto SA, empresa de Sanfelice, amigo, empleado y socio del dueño de Indalo. El negocio no fue azaroso: “Es un intermediario en el manejo de la relación comercial con los Kirchner”, consignó el fiscal Gerardo Pollicita cuando los imputó.
La Unidad de Información Financiera (UIF) y PROCELAC entregaron a la justicia documentación que revela que tres sociedades del Grupo Indalo (Alcalis de la Patagonia, Oil M&S y CPC SA) “habrían derivado fondos, previamente defraudados al Estado Nacional, a la firma” de Sanfelice por 39 millones de pesos.
La Justicia sostiene que hubo una “clara maniobra de lavado de activos”, que comenzaba con las “ganancias ilícitas obtenidas por el Grupo Indalo”. Después, se desarrolló “un mecanismo para el reciclaje de una porción de esas ganancias ilícitas”: el dinero primero circulaba en el grupo Indalo como “préstamos” y después se contrataba a Agosto SA.
Así, los fondos podrían “llegar a manos de una persona que integraba el entorno de los ex presidentes con la apariencia de haber sido obtenidas en forma lícita, es decir, como parte del sistema económico legal”.
Los únicos clientes de Agosto SA (dedicada al alquiler de maquinaria) fueron las tres firmas de Indalo desde agosto de 2013. La facturación electrónica de la firma entre octubre de 2013 y agosto de 2016, alcanzó a 38.695.072 pesos.
En este escenario, y por primera vez, tuvieron que declarar los hijos del dueño del Grupo Indalo: Cristóbal Nazareno y Emiliano López. Ambos, de 32 y 30 años respectivamente, hace más de ocho años integran el directorio de una veintena de empresas de su padre, como presidentes, directores titulares o suplentes, pero “nunca decidieron nada”, dijeron en sus respectivos escritos.
Le siguió el respaldo del empresario K a esta estrategia. Cristóbal López declaró ante Ercolini y presentó un escrito donde, según pudo saber Clarín, aseguró que Cristóbal Nazareno y Emiliano “no tomaban decisiones en las empresas “, y que todo era decidido por él. Incluso dio a entender que sus hijos rara vez tenían conocimiento de las medidas adoptadas en las firmas donde ocupaban cargos directivos.
Días después el dueño del grupo Indalo pidió ampliar su indagatoria y ante el magistrado buscó darle veracidad a las operaciones de “carácter netamente comercial”, rechazando así que se hayan tratado de maniobras de lavado.
En este contexto explicó y buscó demostrar “la existencia de las operaciones y que él no tenía injerencia en estas”, explicaron fuentes judiciales a Clarín.
Hubo más. En su escrito y al momento de plantear las responsabilidades, López planteó que él no era quien tomaba las decisiones y que las mismas recaían sobre Fabián De Sousa su socio en el Grupo Indalo y también detenido con él en el Penal de Ezeiza por haber defraudado al Estado en 8.000 millones de pesos.
No es la primera vez que López distingue ante la Justicia cuáles eran las decisiones que pasaban por manos de De Sousa y recalcó que en este caso, donde se investigan movimientos de fondos con Sanfelice, su socio estaba “al frente “ de la firma que contrataba servicios a Agosto SA.
El rol de los hijos de López El mayor de los hijos del empresario K, Cristóbal Nazareno, es el que menos vinculación tiene con las empresas, mientras Emiliano administra los campos y es un conocido corredor del TC en la Patagonia, auto auspiciado por C5N y Oil Combustibles.
El fiscal Pollicita cuando los imputó, los encontró responsables y partícipes de la maniobra delictiva que guarda relación con la deuda millonaria con el fisco por su rol en las empresas del Grupo Indalo, en cuya “construcción y conducción realizaban un aporte importante Cristóbal Nazareno y Emiliano López y Raúl Zamora”.
La raíz de esto es la relación “personal y comercial” -según el dictamen- de los empresarios de López y De Sousa con los ex presidentes Kirchner, “fueron los que edificaron, a partir de los beneficios ilegales otorgados por diferentes funcionarios públicos, el Grupo Indalo”.
Oil Combustibles fue la empresa que no pagó durante el gobierno de Cristina Kirchner el ITC a la AFIP. El mayor de los hijos de Cristóbal López era entonces director titular de la firma. Su conformación incluye a Inversora M&S, nave insignia del grupo y titular de acciones de varias de las empresas involucradas en la maniobra. Esta sociedad en una participación del 7,9%, tiene el Fideicomiso CML II, siendo los fiduciantes los hijos del empresario K.
A su vez, las dos empresas que eran clientas de Agosto SA y que facturaron cerca de 39 millones de pesos (Oil M&S y Alcalis de la Patagonia) tiene en sus órganos directivos a Cristóbal Nazareno y a Emiliano López.
Respecto a CPC -otra de las contratistas de Sanfelice- investigada en la presunta maniobra de blanqueo, tiene como accionistas, entre otros, a Zamora, y se designó al mayor de los hermanos López como presidente y accionista y a su hermano como vicepresidente. Así, los hijos de Cristóbal quedaron a un paso de su primer llamado a indagatoria por los negocios de su padre.
Fuente: Clarín
Miércoles, 28 de noviembre de 2018
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