La pelea por el 2019 Máximo Kirchner busca su reelección como diputado en la Provincia y arrastra a los intendentes Visitas quincenales a Insaurralde, gestos con La Matanza, silencio sobre Cristina Kirchner y consulta sobre Randazzo.
Máximo Carlos Kirchner repite sus encuentros con los intendentes bonaerenses cada vez con más asiduidad.
Esa aplicación constante del hijo de Cristina con los alcaldes bonaerenses tiene una múltiple intención: recorrer el principal territorio nacional, mantener cerca a los intendentes que miran de reojo al peronismo federal y de paso, ir dejando claro que su reelección como diputado nacional va a ser por ese distrito.
Más allá de que hoy el joven es legislador por Santa Cruz, su propósito es encabezar la nómina de la provincia de Buenos Aires, lejos de las cuitas que los Kirchner hoy padecen en su territorio de origen, atados a una complicada gestión gubernamental a cargo de Alicia Margarita Kirchner.
Así, Máximo recorre el Conurbano donde las encuestas que manejan los jefes comunales otorgan a Cristina Kirchner números en derredor del 40% de adhesión. Eso basta para arrastrar a los intendentes tras su apellido y su postulación.
Y por eso, realiza gestos tanto a Martín Insaurralde, como a los caciques de La Matanza y mantiene activo su vínculo con los intendentes del interior El diputado come, cada quince días, en la casa de Insaurralde en Lomas de Zamora y completa el espinel conurbano dialogando con Ariel Sujarchuk en Escobar, los fanáticos K como Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada) hasta con las autoridades del PJ bonaerense Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Echeverría).
Mantiene contactos con los alcaldes del interior a través de Francisco “Paco” Durañona y de Santiago Carreras, hoy senador provincial.
Entre los encuentros con esos caciques comunales de los últimos días asoman una la inauguración de una planta de reciclado de residuos y una entrega de 73 viviendas en Avellaneda, la cita del 17 de octubre en Merlo del PJ bonaerense -donde no habló- y días después el acto a 8 años del fallecimiento de Néstor Kirchner en Villa Palito, La Matanza.
En ese último lugar, Máximo afianzó vínculo con la intendenta Verónica Magario y su antecesor Fernando Espinoza: la mujer suena como precandidata a gobernadora bonaerense por el espacio kirchnerista y el diputado buscará ser otra vez intendente del principal municipio provincial.
En varios de estos encuentros repitió fórmula cuando fue consultado sobre cuándo va a recuperar la escena su madre: "Cristina ya va aparecer, ella está al tanto y atenta a todo". Así, justifica el silencio táctico de la senadora nacional pero a la vez, reprocha y rezonga con el calendario judicial que deberán ambos afrontar desde febrero próximo, pues 2019 será un año intenso para los ex funcionarios K.
Por eso, mantener los fueros sigue siendo una preocupación para Máximo y varios de sus dirigentes cercanos: a Andrés “Cuervo” Larroque, Eduardo “Wado” De Pedro, Mayra Mendoza y Axel Kicillof se les vence el mandato de diputados y deben ver cómo -casi- todos renuevan poltrona legislativa.
Kicillof se mantiene hoy activo como precandidato sin definición geográfica: los viernes sale de gira por el interior del país pero a la vez, cambió domicilio electoral a la provincia de Buenos Aires. De ese modo, podría ir como candidato a diputado por la Capital (es oriundo de la Ciudad) o como postulante a gobernador para disputarle a María Eugenia Vidal, aupado en números que le dan bien en la Provincia pues los sondeos le dan que retiene casi la totalidad de los votos de Cristina Kirchner.
Allí, en la puja por la gobernación, la disputa más picante es entre Insaurralde y Magario, el primero con mayor conocimiento público (casi el 100%) y la mujer, gobernando el distrito más populoso. De todos modos, de esa pelea política solo uno quedará en la fórmula por la gobernación pues ambos pertenecen a la tercera sección electoral.
Los enojos de los intendentes con la postulación de Máximo y de Kicillof son muchos pero en voz baja y nadie se anima a quejarse, como en los tiempos en que CFK presidía el país. Tal vez por esa razón, Aníbal Florencio Randazzo no responde los WhatsApp de los alcaldes bonaerenses que quieren sondearlo. Alguno de esos jefes comunales que llamaron al búnker del ex ministro de Interior y Transporte le querían contar que Máximo Kirchner preguntó “¿Qué va a hacer el Flaco?”.
Por ahora, Randazzo no les clavó “el visto”.
Fuente: Clarín
Martes, 30 de octubre de 2018
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