Economía La inflación de junio fue 3,7% y se perfila hacia el "piso" del 30% anual que proyectan las consultoras Impulsada por los alimentos y los gastos del hogar, el costo de vida de junio fue el más alto del año y en el primer semetre ya acumula 16%, un punto más que la meta del Gobierno. Y se acerca al acumulado de entre 27% y 35% que calculan los analistas.
El INDEC difundió la cifra del Índice de Precios al Consumidor y terminó por cristalizar lo que ya era un secreto a voces en la City: la inflación de junio se ubicó en 3,7%, impactada por la escalada del dólar y la suba de los combustibles.
Se trata de la segunda cifra más alta durante la gestión de Mauricio Macri: está por debajo del 4,3% de mayo de 2016, el primer dato sobre inflación que ofreció el INDEC tras la salida de la "emergencia estadística".
Pero, además, el Gobierno consumió en solo un semestre la meta que había "recalculado" el 28 de diciembre, de 15%: el acumulado del año llega al 16%. De esta forma, el piso inflacionario de 30% para todo el año proyectado por las consultoras está más cerca de concretarse.
De hecho, la inflación interanual llegó al 29,5%. Según Gabriel Camaño, de la consultora Ledesma, para que 2018 cierre con un alza de precios acumulado menor a 30%, la inflación debería colocarse en una cifra menor a 1,92% en cada mes del segundo semestre.
No obstante, ese objetivo parece difícil: desde la consultora EcoGo señalaron que la inflación de julio, si bien será menor a la del mes previo, se ubicará cerca del 2,6%; mientras que Elypsis proyectó que cerrará en 3%.
Por otra parte, la inflación núcleo –que no tiene en cuenta los precios estacionales ni los regulados– de junio se ubicó en 4,1%, contra el 3,4% de los precios estacionales y el 2,9% de los regulados.
El mes pasado hubo un fuerte avance de la categoría alimentos y bebidas, que lideró el ranking de subas con 6,45%. Los servicios y los combustibles estuvieron en el segundo lugar, con un incremento de 5,20%. Transporte cerró el podio, con un avance de 4,01%.
En el desglose geográfico, la zona del Gran Buenos Aires (Capital Federal y Conurbano) estuvo al tope de la lista con una suba de 3,9%. Le siguieron las zonas Pampeana (3,7%), Cuyo (3,6%) y Noroeste (3,4%). Los menores incrementos se registraron en Patagonia (3,3%) y Noreste (3,1%).
Cerca de los pronósticos La inflación de junio que anunció el INDEC se aproximó a las estimaciones de las consultoras privadas, que se habían ubicado entre 3,5% y 4,1% por la aceleración de precios que generó la fuerte devaluación del peso, según las estimaciones privadas.
Para la consultora Elypsis, los relevamientos preliminares indicaron que la inflación de junio fue del 3,8% a nivel nacional, lo que evidenció una fuerte aceleración respecto de mayo cuando el indicador registró un alza del 2,6%.
El indicador núcleo, que no tiene en cuenta subas estacionales o los ajustes de tarifas, arrojó que la inflación se ubicó en el 4,2% en junio, según la compañía fundada por el economista Eduardo Levy Yeyati.
Por su parte, el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala informó que su Índice de Relevamiento de Precios (IRP) registró un aumento de 4% mensual en el sexto mes del año, alcanzando un 29,6% anual.
"De esta manera, comienza a observarse el impacto de la actual corrida cambiaria sobre los precios", indicó en su informe el espacio que analiza la evolución de la economía argentina desde una perspectiva heterodoxa.
A su vez, la inflación núcleo fue aún mayor y se ubicó en 4,1% mensual, la más elevada desde diciembre de 2015 y respecto al mismo mes de 2017 registró un crecimiento de 26,1%, indicó la Fundación Germán Abdala.
Eco Go consultores, reportó que la inflación medida por su Relevamiento de Precios Minoristas (RPM) exhibió un aumento del 3,7% en junio, llevando el indicador hasta el 29,8% anual.
Asimismo, la inflación núcleo se ubicó en torno a 3,7% mensual en junio y 28,8% anual, según la consultora cuya directora ejecutiva es la economista Marina Dal Poggetto.
Entanto que el economista Fausto Spotorno, del Estudio Orlando Ferreres y Asociados, aseguró que el indicador de inflación de junio arrojó un alza del 3,9% mensual y 28,4% anual.
"Llegó el impacto de la devaluación", estimó el economista tras la crisis cambiaria que hizo disparar el precio del dólar un 70% en los últimos doce meses.
Para el estudio Ferreres, la inflación llegó al 15,5% en el primer semestre del año, alcanzando así la meta que había sido establecida por el Gobierno para todo el 2018.
Finalmente, la consultora C&T indicó que su análisis arrojó que la inflación de junio fue del 3,5%, acumulando así un 30% en los últimos doce meses; en tanto que para Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, fue 3,5% para junio y llegará al 30% para todo el año.
El fracaso de las metas
El esquema de metas de inflación fracasó porque no fue "creíble" y, en consecuencia, "no sirvió para anclar las expectativas de los agentes económicos", de acuerdo con un informe difundido hoy por la Universidad de Belgrano.
"En países de alta inflación, como la Argentina, la inflación es un fenómeno multicausal: generalmente se mezclan componentes monetarios, no monetarios e inerciales", explicó el director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de esa casa de estudios, Víctor Beker.
"Por ello, el éxito de cualquier estrategia antiinflacionaria que se encare requiere de un enfoque integral que ataque al conjunto de los factores inflacionarios", completó.
Según dijo, "si se pretende que las metas operen sobre las expectativas, deben ser creíbles. Sólo así pueden servir para anclar las expectativas de los agentes económicos. Como puede advertirse, ninguna de las condiciones para el éxito de un esquema antiinflacionario se verificó en los últimos dos años. No es de extrañar que el fracaso haya sido el resultado".
"El esquema de metas de inflación parte del supuesto de que la inflación es un fenómeno puramente monetario y que puede ser combatido utilizando exclusivamente la política monetaria", indicó el directivo.
Además, consideró: "el segundo supuesto es que la tasa de interés es el canal adecuado para transmitir la política monetaria. De este modo, un aumento en dicha tasa contrae la oferta monetaria, lo cual deprime la demanda de bienes. El tercer supuesto es que los precios nominales son flexibles tanto al alza como a la baja".
Según Beker, "utilizar sólo la tasa de interés para combatir la inflación es como querer matar a un elefante con una pistola calibre 22. Es que el peso de los bienes sujetos a comercio internacional en la canasta de consumo promedio se ubica por debajo del 50%: el resto son bienes no transables".
"Por lo tanto, el manejo de la tasa de interés como herramienta antiinflacionaria tiene, en el mejor de los casos, impacto sobre menos de la mitad de los bienes que se consumen", aseveró el economista.
Y añadió que "el escaso desarrollo financiero de la Argentina, donde la relación crédito o depósitos respecto del PBI es muy reducida, torna baja o nula la efectividad de la tasa de interés como canal de transmisión de la política monetaria. La tasa de interés es tan sólo el costo de oportunidad de la tenencia de dólares y sólo opera sobre el mercado cambiario".
Fuente: iProfesional
Martes, 17 de julio de 2018
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