Economía Por aéreos sin precio mínimo, ya anticipan crisis para micros El Gobierno anunció ayer que desde el 15 de agosto regirá la medida. Se podrán vender pasajes a un peso. Las low cost lo celebran; los colectivos de larga distancia piden a Dietrich que intervenga. El Gobierno anunció ayer que a partir del 15 de agosto ya no habrá tarifa mínima en el precio de los pasajes de aviones, una decisión que celebran las low cost, pero que genera un fuerte malestar entre las compañías de micros de larga distancia. Es que de esta forma, se agrandará la brecha de precios entre el transporte aéreo y el terrestre, una pulseada que hoy ya ganan los aviones, con valores hasta 40% más baratos que sus competidores, los colectivos. Desde el sector de ómnibus anticipan que esta medida generará una fuerte crisis.
"No estamos al tanto de la medida, nos enteramos por los medios de comunicación. No veníamos trabajando en esto de forma conjunta", sostuvo Gustavo Gaona, vocero de la cámara de micros de larga distancia sobre el polémico anuncio (ver más información en pág. 9). "Nos sorprendió porque veníamos pidiéndole al Estado que se produzca una simetría regulatoria, es decir, que las reglas sean iguales para todos. El Estado debe velar por las mismas posibilidades para todos", concluyó Gaona.
Según denunció el empresario, las compañías de micros de larga distancia tienen un piso y un techo en los precios de sus pasajes, algo que ya no ocurrirá -a partir del 15 de agosto- con las aerolíneas, lo que les permitirá vender tickets a un peso si así lo deseen. "Lo cierto es que la normativa existente les permite a los aviones jugar con los precios, porque tienen banda tarifaria más amplia que los micros; con esto la situación se agravará", reconoció Gaona.
Aunque hoy los precios de los aéreos no se modificaron, porque todavía la normativa no entró en vigencia, ya existe una diferencia entre los tickets de los aviones y los de colectivos de larga distancia. Por ejemplo, un pasaje aéreo a Mendoza cuesta $2.266, con poco menos de dos horas de vuelo. Mientras que ir a la misma ciudad pero de forma terrestre es un 72% más caro y cuesta $3.800 con un viaje que demora más de 18 horas. "Apuntamos a públicos diferentes, pero es cierto que esta normativa nos perjudica, porque no podemos salir a competir con los aéreos y menos con las low cost", explicó Gaona.
Desde la Cámara de Micros de Larga Distancia aseguran que se trata en cierta forma de una estrategia "marketinera" que lo que hace es hacerles creer a los consumidores "que se venden aéreos por $1 y que son mucho más baratos que los micros". Lo cierto es que las empresas de ómnibus sobreviven gracias a los destinos a los que hoy no llegan los aviones. "El ómnibus tiene una regularidad mayor, tiene un perfil más social. Eso es lo que garantiza que todos los argentinos estén conectados", explicó Gaona.
La diferencia de precios existe hace por lo menos dos años, pero en el último tiempo esa brecha se fue agrandando considerablemente, algo que a partir de esta normativa será aún mayor. Viajar a Puerto Iguazú cuesta en avión, la primera semana de agosto, $2.500; en micro, más de 12 horas de viaje, el ticket sale $3.984, casi un 60% más caro. No hay dudas de que a la hora de elegir, los consumidores buscan las opciones más económicas y rápidas, una realidad que parece profundizar la crisis del sector de los micros de larga distancia.
Fuente: Ámbito
Martes, 3 de julio de 2018
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