Economía Pese a los roces internos, el Gobierno no rebajará las retenciones a la soja Etchevehere dijo que son un impuesto ridículo. Sin embargo, la Rosada pondrá un freno a la baja gradual.
En el marco de medidas que se barajan para reducir el déficit fiscal, en el Gobierno se analiza poner un freno a la baja gradual de retenciones a la soja que había anunciado Mauricio Macri casi en el inicio de la gestión.
Aunque inicialmente el Gobierno se esforzó para que no se filtrara el dato y hasta el ministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere descartó cambios y dijo que “las retenciones a la soja son un impuesto ridículo”, tres fuentes inobjetables confirmaron a Clarín que el tema está en análisis y que, de hecho, fue uno de los puntos que se trató en la primera reunión de Gabinete económico que encabezó el martes el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne.
En efecto, fue el flamante súper ministro quien llevó la propuesta a la mesa en la que, junto a los vicejefes de Gabinete Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, reunió a los ministros Juan José Aranguren (Energía), Francisco Cabrera (Producción), Luis Caputo (Finanzas), Jorge Triaca (Trabajo), Andrés Ibarra (Modernización), Luis Miguel Etchevehere (Agroindustria) y Rogelio Frigerio (Interior): y a emisarios de Guillermo Dietrich (Transporte) y Gustavo Santos (Turismo).
Allí Etchevehere cuidó las formas para evitar cortocircuitos pero dejó en claro su rechazo a la medida, como luego hizo en una entrevista con Clarín, en la que expuso que “está demostrado que cuando se sacaron las retenciones al trigo se amplió el área de siembra y se sucedieron dos años de cosecha récord”.
Etchevehere también evitó confrontar con quienes impulsan la medida dentro del Gobierno, y directamente decidió negar el debate que se dio en el salón Scalabrini Ortiz. Primero, durante una conferencia donde presentó el nuevo Sistema de Información Simplificado, dijo que “fue simplemente un rumor”. Algo que ratificó ante este diario: “El tema no está en agenda.
En la reunión que tuve con Dujovne no se trató el tema. Mucho más no puedo decir”, se excusó. No obstante, envió un mensaje por elevación en el que avisó que no se quedará con los brazos cruzados al indicar que Macri “el principal interlocutor” ante el cual puede fundamentar su postura.
Pero el tema, aunque fue formalizado por Dujovne, quien tiene hoy el poder de decisión en lo económico, excede a una postura personal del ministro. Cuenta con consenso en el flamante G-7, el grupo de 7 dirigentes de Cambiemos que asesora a Macri.
“No es una medida aislada, sino en el marco de un paquete de medidas. El campo no puede desconocer todos los gestos que tuvo el Gobierno con el sector. Lo que planteamos, en un momento de austeridad en el que todos los argentinos están haciendo un esfuerzo, es postergar la rebaja, ni siquiera aumentar las retenciones”, explicó una voz de peso del oficialismo. Y precisó que, entre otras circunstancias que respaldan la medida, el incremento del dólar un 25 por ciento en los últimos días “le garantizó mejores márgenes” a los exportadores. “Cuando el Presidente anunció la rebaja, era otro contexto”, indicó.
Desde el campo ya alzaron la voz. Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), evaluó que una decisión así sería “una traición” y reclamó “respetar lo que se habló”. “El sector agropecuario en solo dos años generó producción y valor agregado. Hoy está herido y viene mal. Volver a hablar de esto es volver al pasado”, consideró.
La intención oficial trasciende luego de que, en plena corrida cambiaria, Elisa Carrió recordara que su Coalición Cívica “dio la vida” por el campo y pidiera que “no retengan la soja” y “empiecen a liquidar para que ingresen dólares”.
Ni bien asumió, Macri anunció la baja del 5% de las retenciones a la soja y luego una reducción gradual, a partir de enero de este año, del 0,5% mensual, para llevarlas a fin de 2019, a un 18%”.
En enero, la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que por esta medida el Estado dejaría de recaudar unos US$ 1.039 millones durante 2018, pero que se vería compensada por un incremento en la recaudación de impuestos.
“Se estarían pagando cerca de US$ 373 millones adicionales (principalmente Ganancias) y el mayor gasto que realizarían en la economía nacional generarían otros US$ 723 millones en tributos nacionales, provinciales y municipales”, sostuvo un estudio elaborado por la entidad.
De ser validada por Macri sería anunciada junto a un paquete de medidas de recorte de gastos, entre las que se incluiría la poda a medidas de incentivo a la explotación petrolera.
Fuente: Clarín
Jueves, 24 de mayo de 2018
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