ECONOMIA Los técnicos jóvenes, el secreto del campo El 80% de los productores pide asesoramiento técnico, pero además el 40% de los que trabajan en el campo tiene menos de 45 años y entre ellos, el 45% posee un título universitario. Si hay algún sector que irradia euforia, no lo dude, es el campo. Eso pasa, aunque haya que trabajar más duro por culpa del desastre climático. Pero en el Gobierno todos son conscientes que el campo sólo no va a salvar la economía. Aunque la reanima. Por cierto, el atractivo de la agroindustria que, según el ministro Ricardo Buryaile aporta el 65% del valor de lo que produce la Argentina, se pudo palpar en el Foro de Davos que se realizó en Buenos Aires. Allí se habló del seguro incremento de la demanda global que llevará a un aumento de producción de granos y de carnes de 30 a 45% hacia 2050, de acuerdo a un minucioso estudio de la consultora The Bain Company que expuso Federico Eisner.
Por cierto,la Argentina como granero del mundo despierta el interés de fondos de inversión y de riesgo. En el Foro se comentó que se crecerá de las 2.240 millones de toneladas de granos en el planeta a 3.310 millones en 2050.
En ese gigantesco volumen la participación de Sudamérica saltará del 15% actual al 19%. En carnes, el aporte sudamericano también asciende al 19% de las 380 millones de toneladas proyectadas para entonces.
“Argentina no ha capturado todo su potencial en agricultura”, sostuvo Eisner al señalar que la competitividad intrínseca del país es muy relevante para los cultivos principales. Por caso, el maíz.
El ministro Buryaile, que impulsa que más que granero, el país debe ser el supermercado del mundo, es de los que sostienen que el crecimiento en la producción vendrá más del lado de los rindes que del aumento de área cultivada.
Se estima que el 60% de los mayores volúmenes se explicará por la explosión de los rindes gracias a la tecnología y ya se apuesta a una cosecha argentina de 169 millones de toneladas para 2025 con 54 millones de maíz, 75 millones en soja y 23 millones en trigo. Al resto lo completan otros cultivos como el girasol y el sorgo.
“El mercado global tiene la capacidad de absorber todo el crecimiento potencial de exportaciones argentinas”, asegura Eisner. En términos de divisas, la producción agropecuaria puede incrementar su valor en US$ 30 mil millones. Claro que todo dependerá del accionar de palancas clave. Algunos ejemplos de lo que nos falta: * Sólo un 5% del área cultivable se encuentra irrigada. Esta superficie podría triplicarse. Y a juzgar por la amenaza de las inundaciones la necesidad de infraestructura es impostergable.
*El 85% de la cosecha se moviliza en camiones, a diferencia de Brasil (60%) y del 16% en Estados Unidos. Esto significa que el costo argentino llega a US$ 0,09 del valor de la tonelada por kilómetro y es más alto que el brasileño (US$ 0,07) y el de Estados Unidos ( US$ 0,04).
De acuerdo a Eisner debe destrabarse el acceso al crédito que hasta ahora ha sido un freno para la inversión. Un dato: la escasa aplicación de fertilizantes. En Argentina apenas se destina el 10% del costo operativo frente al 20% de EE.UU. o el casi 40% de Brasil. Fuente:Clarín
Lunes, 17 de abril de 2017
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