Internacionales Lula en el funeral de su mujer: Marisa murió triste por las maldades que le hicieron El ex presidente se refirió a la imputación de su esposa en la investigación del Lava Jato y dijo que no teme ir preso. El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva despidió este sábado a su mujer, Marisa Letícia Rocco, en un funeral en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos, donde se conocieron hace cuatro décadas, acompañado de cientos de ciudadanos y la plana mayor de la izquierda brasileña.
Allí, afirmó que su esposa "murió triste por los canallas, la imbecilidad y las maldades que le hicieron", en referencia a su imputación en la causa del petrolao.
"Tengo 71 años y voy a vivir mucho, espero, y quiero lograr que los matones que dijeron liviandades de Marisa tengan la humildad de pedirle disculpas", afirmó el ex sindicalista y líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), en la sala fúnebre del sindicato metalúrgico del ABC, en la región industrial de San Pablo.
En un sentido discurso, además, Lula manifestó: "Si alguien tiene miedo de ir preso, quiero decir que éste que está enterrando a su mujer no es. No soy yo quien tiene que probar que soy inocente: son ellos que tienen que probar las mentiras que dicen. Querida Marisa, descansa en paz porque tu «Lulita paz y amor» va a continuar peleando mucho".
El ex presidente remarcó también que él había elegido el vestido que su mujer llevó en la ceremonia fúnebre, "rojo para mostrar que no tenemos miedo del rojo ni vivos ni muertos". El rojo es el color que identifica al PT.
Fuente: Diario Primera Línea.
Domingo, 5 de febrero de 2017
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