Ruta del dinero K Una empresa liga a Salta a los Panamá Papers con la ruta del dinero K y el rey del juego, Cristóbal López Se llama Balmont Holding. Fue inscripta en la provincia por dos "prestanombres" del estudio panameño Mossack Fonseca. Es una de las firmas vinculadas a Lázaro Báez. Un socio de López también la usó para sacar dinero del país.
En los papeles, Balmont Holdings LTD tiene su sucursal argentina en Adolfo Güemes 220.
En esa dirección de la ciudad de Salta, sin embargo, funciona un centro de alergia e inmunología que es totalmente ajeno al opaco entramado societario que creó el estudio panameño Mossack Fonseca con sede matriz en Las Vegas.
Vía Panamá
La gestación de Balmont no empezó en la llamada "Ciudad del Pecado" ni en ningún otro lugar de Nevada, en la costa oeste de los Estados Unidos, sino en las oficinas argentinas de Helvetic Services Group y el estudio JP Damiani & Asociados de Montevideo (Uruguay).
Según constancias que empezaron a reunir los fiscales y jueces que investigan las operaciones de lavado de dinero tanto en Argentina como en Estados Unidos, fueron esas firmas las que gestionaron a través de Mossack Fonseca la creación de Balmont y de otras 147 empresas hasta ahora vinculadas solo con Lázaro Báez en Las Vegas.
Fue a través de Panamá, también, que se abrió la sucursal argentina de Baltmont en Salta el 5 de julio de 2005.
Ese día, según registros públicos que El Tribuno entrecruzó con las filtraciones de la investigación global conocida como los Panamá Papers, dos empleadas panameñas de Mossack Fonseca formalizaron la inscripción de la subsidiaria de Balmont ante el Juzgado de Minas y de Comercio de Salta.
Leticia Montoya, una figura clave de los Panamá Papers.
Dueñas de nada
Una de las "prestanombres", Leticia Montoya, fue acreditada como representante de una offshore llamada Whitestone, implicada en los escándalos que sacudieron a Perú, por el financiamiento de la campaña de Keiko Fujimkori, la hija del expresidente encarcelado por corrupción, y al gobierno español de Mariano Rajoy, en 2007, por los giros de la caja negra del Partido Popular (PP).
La otra empleada que usó Mossack y Fonseca para abrir la sucursal salteña de Balmont fue Marlen Bayne, a quien se presentó como responsable de otra empresa de papel, Waldorf LTD.
De acuerdo con el acta de una supuesta reunión de directores realizada el 9 de junio de 2004, las citadas sociedades serían las dueñas de las acciones de Balmont Holdings LTD, una falsedad que puede probarse hoy con lapidarias evidencias.
Misteriosa apoderada
Como presunta representante de Balmont en Salta se designó a una enigmática mujer, Lidia Noemí García. En los padrones electorales y en ningún registro de organismos del país figura persona alguna con ese nombre y con documento (DNI 5.654.621) informado al registro societario de Salta. El domicilio especial de la misteriosa apoderada, según los edictos publicados en su momento, se constituyó en Adolfo Güemes 220.
Esa dirección concuerda con una propiedad de dos plantas en la que durante los últimos veinte años, en distintos momentos, alquilaron oficinas al menos 40 profesionales del derecho y de la salud.
Este diario pudo ubicar a varios de los inquilinos y negaron cualquier vinculación con la empresa que terció en los movimientos de lavado atribuidos a Lázaro Báez y también a giros de dinero negro realizados en combinación con otra offshore: Van De Loire. Como presunto beneficiario final de esta última empresa aparece un socio de Cristóbal López en los negocios del juego, Federico de Achaval.
Según registros extraídos de los papeles de Panamá, a través de Van De Loire, empresa fantasma creada en Las Vegas en 2005 y asociada con las máquinas tragamonedas del Hipódromo de Palermo, se giraron millonarios dividendos a Balmont desde 2006.
Entre 2007 y 2013, además, se sacaron 70 millones de dólares bajo la forma de préstamos.
Fuente: http://www.eltribuno.info/
Martes, 17 de mayo de 2016
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