Salud Infarto asintomático, o cuando el corazón falla sin dar señales Sin dolor de pecho ni sensación de ahogo, un corazón puede infartarse y no dar síntomas claros. Un especialista respondió a Infobae todas las dudas sobre un cuadro tan silencioso como peligroso.
Es sabido que el corazón no duele sólo por amor (o desamor en realidad). Un infarto de miocardio es descripto por quienes lo padecieron como un "hachazo en el pecho". Pueden acompañarlo otros síntomas como náuseas, sensación de ahogo y hasta dolor en el cuello.
Pero ocurre que un tipo de infarto, llamado asintomático precisamente por su particularidad de no presentar síntomas, genera el mismo daño en el corazón con el agravante de que muchas veces se llega tarde al diagnóstico y no se puede actuar "a tiempo" por confundirse con otro cuadro.
Infobae habló con el médico cardiólogo Ricardo Rey (MN 66.021), vicepresidente de la Fundación Cardiológica Argentina para conocer más sobre este tipo de infarto "silencioso".
¿Qué características tiene el infarto asintomático?
No tiene características. No tiene síntomas. Hay un porcentaje de pacientes que puede tener un infarto de miocardio, que es la obstrucción de una arteria coronaria, y no expresar ningún síntoma típico, como dolor de pecho opresivo, sensación de ahogo, sensación de un dolor que puede tomar todo el pecho inclusive hasta el cuello. Pero hay un porcentaje de pacientes en donde se detecta el infarto después que pasó, e incluso muchas veces ese infarto sucedió años antes.
Es importante destacar que según estimaciones, la prevalencia de infarto silente en la población general es de 20/30%, esto es, lo padecen 2/3 personas de cada 10. Asimismo, en diabéticos este porcentaje aumenta hasta el 40%. En todos los casos, se detecta con un electrocardiograma de rutina.
¿Cómo es posible reconocerlo?
Habiendo un infarto asintomático la manera de reconocerlo es viendo estudios objetivos.
De ahí la importancia de hacerse un electrocardiograma periódico. El diagnóstico es a través del electrocardiograma. Es el estudio más simple en donde se ve una imagen típica de infarto, inclusive el sector del corazón que lo sufrió, un sector que se queda sin irrigación porque se tapó una arteria.
Simplemente con un electrocardiograma es la manera más fácil y lógica de detectar un infarto silente o un infarto previo. Después, por supuesto para el diagnóstico de infarto existe la determinación de marcadores en sangre, de enzimas cardíacas, conocida como CPK, y la medición de la troponina. En este caso para el diagnóstico en la fase aguda de un infarto.
Ahora bien, si el paciente tuvo un infarto hace 10 días o un mes estos estudios pueden dar absolutamente normales pero queda la cicatriz, que generalmente se detecta en el electrocardiograma. Por eso, es tan importante realizarlo.
¿Con qué otro cuadro se suele confundir?
Uno puede confundir los dolores de infarto de miocardio. Y esto porque a veces el infarto puede expresarse a través de un dolor en la región del epigastrio, en la región cerca del estómago. También, puede confundirse con un dolor importante en el cuello. Asimismo, puede tener síntomas muy atípicos sobre todo en mujeres, y muchas veces son menospreciados.
Entonces, lo importante es que cuando uno tiene un dolor en la región del tórax que involucra el cuello, que es progresivo y se mantiene en el tiempo, conviene hacer una consulta al médico. A veces esos dolores se deben simplemente a inflamaciones en la articulación entre las costillas y el esternón, o puede deberse a dolores musculares, pero uno ahí puede pensar en la posibilidad de un infarto.
En el caso de las mujeres, muchas veces se interpreta el dolor como algo que no parece muy importante, que no es típicamente opresivo, que no aumenta con el esfuerzo. La mujer quizá no lo jerarquiza, y muchas veces pasa que a nivel médico son las que más demoran la consulta.
También, esto se debe a que la mujer en la etapa premenopáusica tiene menos posibilidades de tener un infarto porque las hormonas le protegen los problemas cardíacos. Cosa que no pasa después de la menopausia, momento en que la curva se empareja con la del hombre.
¿Cuáles son los riesgos de demorar el diagnóstico?
Los riesgos de demorar el diagnóstico del infarto en general es que si uno lo detecta en el momento en que es agudo, cosa que con el asintomático no es posible hacerlo, existe la posibilidad de destapar esa arteria, sobre todo si se detecta dentro de la primera hora, los primeros 90 minutos de iniciado el dolor. Lo que sucede es que esto es muy útil en los infartos que tienen síntomas. En el que no tiene síntomas es imposible de detectar.
¿Hay personas más propensas que otras a padecerlo?
Hay personas que tienen más predisposición a tener un infarto. Son los que presentan azúcar alto en sangre, hipertensión, fuman, no realizan actividad física, son obesos, etc. Es decir quienes presentan factores de riesgo y no están controlados. Aquellos que no controlan sus factores de riesgo tienen más posibilidades que las arterias coronarias se obstruyan, y si esa obstrucción es aguda puede aparecer un infarto.
Las personas en las cuales se ven más infartos silentes son los diabéticos, las personas añosas y las mujeres. Por una cuestión estadística, tienen más predisposición a estos eventos. De todos, el más clásico de estos casos es el del diabético, porque a veces puede tener trastornos en la sensibilidad al dolor y no presentar entonces síntomas. En las mujeres sucede porque minimizan los síntomas y tienden a consultar más tarde.
¿Existe manera de prevenir/adelantarse a un evento de este tipo?
El infarto en general se previene controlando muy bien todos los factores de riesgo y realizando controles periódicos desde la adultez, que incluyan un electrocardiograma. Y no hay que olvidar que ante dolores, aunque no parezcan demasiado característicos, se debe realizar una consulta médica.
¿Cómo actuar ante la mínima sospecha de infarto?
Ante cualquier dolor atípico se debe recurrir inmediatamente al médico. Pero también es importante saber que algunos infartos, que quizá no son muy grandes, pueden producir una muerte súbita. Y una manera de prevenir estos eventos de muerte súbita es que la gente se encuentre entrenada en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP). Porque puede ocurrir que el infarto no haya sido asintomático pero el primer síntoma sea un paro cardíaco.
De todos modos, hay que recordar que la mayoría de las personas tienen síntomas, como dolor agudo, fuerte, lacerante, opresivo, en el medio del pecho, como manifestación de un infarto agudo. También, puede ser que el paciente haya tenido diversos episodios de dolor en el pecho en días anteriores o dolor relacionado con esfuerzo, por lo que debe consultar al médico para saber si eso es de origen cardíaco o no.
¿Qué posibilidades existen de que se repita?
Existe la posibilidad de tener un segundo infarto pero no es mayor ni menor porque sea silente el primero. El reinfarto existe y la presencia de dolor de pecho también. En general, si ya se detectó que la persona tuvo un infarto, con los seguimientos cardiológicos periódicos la posibilidad de que el evento vuelva a aparecer es menor. Por eso, todo aquel que tuvo un infarto debe cuidarse muchísimo después, controlando los factores de riesgo más importantes.
Fuente: Infobae
Domingo, 31 de enero de 2016
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