Economia Dólar, más barato: el Gobierno anticipa que el peso argentino se seguirá apreciando en los próximos meses .jpeg)
Un trabajo de investigación muestra cómo los planes exitosos generan apreciación. Pero los economistas advierten que todo puede cambiar rápido
A hora es oficial: el Gobierno admite que en los próximos meses el peso argentino estará cada vez más fortalecido -en otras palabras, el dólar más "atrasado"-, pero lo considera un síntoma positivo porque es el resultado de que el plan de estabilización estaría saliendo bien.
El ideólogo del plan monetario, Federico Furiase, elogió públicamenteun trabajo de investigación de tres economistas argentinos, que acaba de ser editado por la prestigiosa revista Oxford Development Studies, vinculada con la célebre universidad inglesa. Tras analizar 46 programas de estabilización en 13 países latinoamericanos, concluyó que un dato recurrente en los planes que tienen éxito en la baja de la inflación es una apreciación cambiaria y un déficit en la cuenta corriente.
"Al ángulo", comentó Furiase respecto del trabajo firmado por Gabriel Palazzo, Martín Rapetti y Joaquín Waldman, que hicieron la investigación para la consultora Equilibra.
Pero, como siempre ocurre, no todos interpretan los textos de la misma manera. Mientras Furiase mencionó ese trabajo como una confirmación de que la economía argentina está yendo en la senda correcta, los propios autores de la investigación plantearon sus discrepancias con algunas decisiones que está tomando el equipo que lidera el ministro Toto Caputo.
Entre los puntos criticados figura, sobre todo, la lentitud en la acumulación de reservas, algo que choca contra las últimas definiciones de Caputo, quien avisó que únicamente habrá compra de dólares para el sector público en la medida en que se considere que hay un aumento genuino en la demanda de pesos por parte del público.
"Es cierto que los planes de estabilización suelen apreciar la moneda e incurrir en déficit de cuenta corriente. Sin embargo, es también cierto que eso es justamente este hecho el ‘talón de Aquiles’ de los planes, y por eso alarma la sobreapreciación", escribió el economista Palazzo, luego de agradecer el elogio de Furiase pero también de advertir que las conclusiones del trabajo de investigación no implican una coincidencia con la visión oficial.
Reservas o bajar la inflación: lucha de prioridades Unos días antes de que se diera a conocer el trabajo de los economistas argentinos, Furiase había fundamentado, una vez más, en el programa de streaming "Las Tres Anclas", que se equivocan quienes acusan al gobierno de estar incurriendo en atraso cambiario.
Furiase dijo que el hecho de que hubiera un superávit comercial y que, además, las exportaciones estuvieran en volúmenes récord, son una prueba de que "las bandas están bien calibradas".
Lo que el funcionario evitó mencionar fue que la balanza comercial de octubre resulto excepcional, porque todavía se sentía el impacto del "tax holiday" para los productores sojeros, que aumentó inusualmente el ingreso de divisas del agro. Para los próximos meses, los economistas creen que las exportaciones tenderán a bajar, mientras que las importaciones se sostendrán encima de los u$s7.000 millones mensuales -de los cuales, la cuarta parte se destina a automóviles y bienes de consumo final que compiten con la industria argentina-.
Y, además, Furiase tampoco mencionó la tendencia al agravamiento del déficit en la cuenta corriente -donde, además de exportaciones e importaciones, se contabilizan servicios como el turismo, que implican una fuerte salida de divisas-.
Y ese punto es, precisamente, el que los economistas críticos le están reclamando al gobierno. Según Palazzo, lo que muestra la evidencia histórica es que el plan de Caputo se encuentra en una situación frágil por la escasez de reservas en el BCRA. Y argumenta que, en este momento, para el gobierno debería ser más importante mostrar que el plan es sostenible antes que obsesionarse con bajar la inflación a la zona de 1% mensual.
El riesgo concreto que menciona el autor del "paper" del que hoy están hablando los economistas es que se produzca un "sudden stop" en el ingreso de capitales del exterior. Si eso ocurriera, Argentina se quedaría con el déficit de la cuenta corriente pero ya sin posibilidad de compensar ese rojo con un superávit en la cuenta capital.
"A menor nivel de reservas internacionales, menos margen tiene el Banco Central para defender un techo en el tipo de cambio y más probabilidad de que se corte la desinflación de forma abrupta con una crisis de balanza de pagos", agrega Palazzo.
El peligro de entusiasmarse con la deuda Varios economistas se sumaron a esa discusión, en general para refutar a Caputo y Furiase. Por caso, con una comparación entre los niveles de reservas que tienen los bancos centrales de la región. Así, un gráfico de la consultora 1816 muestra que, mientras Uruguay tiene reservas brutas por 21,8% de su PBI y Brasil por 15,8%, el BCRA apenas acumula 0,6%.
Analistas influyentes como Miguel Broda advirtieron el riesgo de mantener un "tipo de cambio pisado" y, simultáneamente, abrir la economía. Es una advertencia que va en línea con la queja del CEO de Techint, Paolo Rocca, quien en la reciente conferencia anual de la Unión Industrial Argentina se alarmó por el nivel de importación de electrodomésticos que desplazan a los de manufactura nacional. Rocca acusó a Javier Milei de ser uno de los pocos que va a contramano de un mundo donde los gobiernos no dudan en intervenir en la economía para proteger sectores estratégicos.
Por su parte, Javier Timerman, que está basado en Wall Street, desde donde asesora a inversores, advirtió sobre el riesgo de que un gobierno se entusiasme con la emisión de deuda para renovar vencimientos: "El tema es que el mercado para un país como Argentina se puede abrir y cerrar ante cualquier evento externo".
Y, a modo de ejemplo, enumeró que el país podría súbitamente quedarse sin crédito ante un endurecimiento de la Fed con su política de tasas, o si en las elecciones de Estados Unidos del año próximo los republicanos de Donald Trump pierden el control del Congreso.
Un ejecutivo bancario que también se metió en la discusión advirtió que el gobierno incurre en una confusión, porque lo que muestra la economía no es una apreciación del peso como consecuencia de inversiones, sino que el orden causal es al revés: el plan se basa en el ancla cambiaria para contener la inflación. Además, hay advertencias sobre que el déficit de la cuenta corriente podría agravarse más rápido de lo previsto -se prevé oficialmente que será inferior a 2% durante el año próximo-.
Los que defienden a Caputo Las críticas cayeron como un baldazo de agua fría para el equipo económico, justo en un momento de euforia de los mercados, que permitió el ingreso de unos u$s4.000 millones por emisión de deuda de empresas privadas luego de las elecciones legislativas.
Pero lo cierto es que la tesis oficial sobre la "acumulación endógena de reservas" también tiene sus defensores. Entre los economistas afines a la línea oficial se está planteando otro argumento polémico: los momentos más propicios para comprar reservas no son los de superávit de cuenta corriente -es decir, altas exportaciones, bajas importaciones y poco turismo emisivo- sino, por el contrario, los mejores momentos son los de déficit.
A primera vista, es un argumento contraintuitivo: ¿cómo hace un Banco Central para comprar reservas en una economía que la que no sólo no sobran las divisas sino que gasta más dólares de los que entran?
La respuesta que han dado economistas como Ricardo Arriazu, Fernando Marengo y Eduardo Levy Yeyati es que, en una economía donde hay confianza, entran capitales por el canal financiero. Y, como al mismo tiempo crece la demanda por moneda local, no hay riesgo inflacionario.
"El caso de Brasil es el mejor ejemplo: acumuló cerca de USD 300.000 millones entre 2003 y 2011 mientras tenía déficit externo. Las reservas llegaron por cuenta capital, confianza e inversión; no por tipo de cambio alto", apunta Marengo.
También con el ejemplo del país vecino, Levy Yeyati argumenta: "Brasil (y la mayoría de los emergentes) compra dólares cuando entran capitales y vende cuando salen, suavizando el efecto de los ciclos financieros cortos. Por eso suben las reservas cuando el real se aprecia (menos que en flotación). En Argentina sucedió en 2003-2007 y en 2016-2017".
FUENTE: IPROFESIONAL
Lunes, 1 de diciembre de 2025
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