Alemania Para Merkel sería "repugnante" que el atacante de Berlín sea "refugiado"  La canciller alemana confirmó que se trató de un ataque terrorista, mientras la derecha salió a pedir el cierre de las fronteras. En la explosión murieron 12 personas. La canciller de Alemania, Angela Merkel, confirmó hoy que las autoridades alemanas consideran "terrorista" el atentado en que un camión embistió anoche un mercado en Berlín, dejando al menos 12 muertos y 48 heridos, y están investigando si el autor fue un refugiado.
Además, Merkel indicó, en una breve conferencia de prensa en la sede de la cancillería, que si se tratara de un refugiado, el hecho sería "particularmente repugnante" y aseguró que garantizaba su "total esclarecimiento", según CNN.
La política conservadora rechazó además la posibilidad de ser "paralizados por el miedo" aunque, vestida de luto, afirmó estar "profundamente triste, conmocionada y horrorizada" ante un ataque cometido en vísperas de la Navidad, y aseguró que su autor será castigado "con la máxima fuerza de nuestra ley".
También aseguró estar convencida de que el país encontrará "la fuerza para vivir en una Alemania libre, abierta y en convivencia", después de haber declarado que si el autor hubiera sido un refugiado, le resultaría "particularmente insoportable".
Esta tarde, Merkel visitará el lugar del atentado junto a las autoridades locales de Berlín y el ministro del Interior, Thomas de Maizière, que fue el primer integrante del gabinete en deslizar, ayer, la posibilidad de que se estuviera ante un atentado.
Más allá de las declaraciones de Merkel, el silencio oficial sobre la marcha de las investigaciones es absoluto, y la información detallada no se recibirá antes de las 13 hora local (9 de la mañana, hora argentina), informó a Télam la embajada argentina en Berlín.
Toda el área de los hechos está completamente cerrada a peatones y tránsito vehicular y la investigación, dirigida por la Fiscalía General de Alemania, incluye personal de todos los servicios de seguridad, locales y federales.
Sin embargo, la definición tajante de Angela Merkel es la primera señal inequívoca de que Alemania ya ha decidido sobre el carácter de los acontecimientos, que fueron tratados hasta ahora con extrema cautela debido, ante todo, a la delicada situación de los centenares de miles de refugiados que entraron recientemente al país.
El peligro de una ola xenófoba está latente e incluso ya hubo ayer rápidas declaraciones de integrantes del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que se opone virulentamente a la política de recepción de migrantes del Medio Oriente.
La presidenta del AfD, Frauke Petry, subrayó hoy que su país "ya no es seguro" y exigió a la canciller, Angela Merkel, retomar de forma inmediata el control de las fronteras.
"Alemania ya no es segura. Sería obligación de la canciller comunicárselo" a los ciudadanos, manifestó Petry en un comunicado, en el que denunció que el contexto que permitió que este ataque se fraguara "fue importado de forma imprudente y sistemática en el último año y medio".
"No es sólo un ataque a nuestra libertad y nuestra manera de vivir, sino también a nuestra tradición cristiana", añadió, apuntando al hecho de que el arrollamiento ocurrió en un pequeño mercado navideño, en pleno corazón de Berlín Oeste.
Lo ocurrido, agregó Petry con la mirada puesta en los últimos atentados registrados en Francia, "no es ni será un caso aislado y el mercado de Navidad no es ningún objetivo casual", informó la agencia de noticias EFE.
La líder de AfD destacó la división del país ante la política de acogida de refugiados y exigió que las fronteras "irresponsablemente abiertas" vuelvan a ser controladas, mientras se dota de más medios a los servicios secretos y a las fuerzas de seguridad.
"Los potenciales terroristas y los denominados potencialmente peligrosos deben ser expulsados, las mezquitas en las que se predica la yihad deben ser cerradas. Todos los musulmanes que han asumido nuestro país como patria aprobarán estos pasos", recalcó.
Además, la cuestión inmigratoria está muy instalada en la campaña electoral de cara a las elecciones en las de 2017, en las que Merkel intenta renovar su mandato.
La propia canciller, inclinándose al ánimo predominante, endureció sus posiciones, originalmente muy favorables a la recepción de refugiados, y ahora promete fuertes controles y pruebas previas a cualquier concesión de asilo.
Fuente: INFOnews
Martes, 20 de diciembre de 2016
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