Religion La Iglesia ahora pide “prudencia” sobre la apertura a los gays Tras las expectativas generadas por los documentos del Sínodo en el Vaticano, los obispos llamaron hoy a "no confundir" el debate y aclararon que no hay un reconocimiento formal de las parejas homosexuales
Se trata de la síntesis difundida hoy por la sala de prensa vaticana en relación a las labores del Sínodo de esta mañana.
Entre los temores de los religiosos está el hecho de que se tenga "la impresión de una voluntad, de parte de la Iglesia, de legitimar las situaciones familiares irregulares, aunque por cierto puedan representar un camino hacia el sacramento matrimonial".
En cuanto a los divorciados vueltos a casar, y el sacramento de la Eucaristía, los círculos menores del Sínodo expresaron dos reflexiones. Una, "que la doctrina no se modifique y permanezca como está ahora"; la otra, "abrir la posibilidad de comunicación, en una óptica de compasión y misericordia".
En relación al matrimonio homosexual, permanece "la imposibilidad de equiparar el matrimonio entre un hombre y una mujer", pero sí que "las personas con tal orientación sean acompañadas pastoralmente y tuteladas en su dignidad, sin que ello parezca una aprobación de parte de la Iglesia, en cuanto a esa orientación y su modo de conducirse".
El cardenal de Viena Christoph Schoenborn resultó vocero antela prensa, que lo consultó al finalizar las labores de esta mañana.
Una de las consultas fue sobre la radical diferencia entre cómo habla el Sínodo de las parejas homosexuales y lo que el Catecismo reza, al hablar de comportamiento "desordenado".
"En el Catecismo se habla de acoger, que es la actitud humana y cristiana de base. No significa que la Iglesia pueda decir que el respeto por la persona humana sea también el respeto por cada comportamiento humano", dijo el purpurado austriaco.
El religioso agregó que "la Iglesia mantendrá siempre la visión del don fundamental de la creación divina, la diferencia por lo tanto entre hombre y mujer", pero "el Catecismo es claro: la homosexualidad no tiene nada que ver con el pecado", de modo que "no se trata de aprobar la homosexualidad", porque "queda firme aquello que fue dado por el Señor".
A su vez, se debatió que la Iglesia debe afrontar el nuevo desafío que representan las uniones de hecho, dijo el cardenal al referirse a los trabajos en curso del Sínodo de la Familia.
"Cincuenta o sesenta años atrás, cuando era niño, las uniones de hecho no existían, eran inadmisibles. Hoy son una realidad difundida en la sociedad no sólo en Occidente. Asistimos a una 'desinstitucionalización' de la familia, y también la Iglesia debe afrontar este nuevo desafío", declaró el religioso ante la prensa.
Ese desafío, dijo, consiste en "encontrar también las nuevas palabras para esas situaciones".
A lo que invita Francisco, sostuvo el cardenal, es a que "la Iglesia salga de sí misma".
fuente: infonews
Viernes, 17 de octubre de 2014
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