Economía En Argentina, el granero del mundo, el pan de Brasil y España es más barato que el nacional 
Desde la apertura de importaciones llevada a cabo por el Gobierno, algunos alimentos importados son más económicos que los que se fabrican en Argentina
Tras la apertura de importaciones anunciada por el gobierno de Javier Milei, un cambio revolucionó las góndolas de los supermercados: los productos internacionales, tal como se estimaba, están destacablemente más baratos que los locales. Puntualmente, el pan lactal, un producto que algunos no consideran integre la canasta básica, pero que ahora compite en precio con marcas nacionales.
Este fenómeno comenzó a tomar forma a fines de 2024, cuando la administración libertaria implementó la política de apertura de importaciones para fomentar la competencia y aliviar la presión inflacionaria sobre los consumidores. A través de la firma del Decreto 35/2025, que simplificó los trámites aduaneros y la eliminación del Impuesto PAÍS, los productores extranjeros como el pan lactal brasileño, estadounidense y español arribaron a las góndolas con precios que impactan.
Al menos, son cinco las marcas que logran competir con los precios de los panes envasados locales. La primera es Bauducco, de Brasil que ganó terreno en grandes cadenas como Carrefour y Coto, el paquete de 400 gramos se vende a $3.330, unos $500 menos que el Bimbo (sale $3.830) y unos $900 menos que el Fargo ($4.200) con la misma cantidad. Luego, le sigue Oroweat, una marca estadounidense producida por el grupo Bimbo, que se comercializa a $3.500, aunque no es importada.
Visconti, el pan lactal blanco brasileño, también tiene precios competentes que posiblemente hayan generado cambios en los hábitos de los compradores. Este se vende a $2.550 en grandes supermercados como Coto, destacando por casi $1.000 sobre los anteriormente citados. De la misma manera, Panrico, de España, marcó la diferencia en las góndolas al ofrecerse por $3.400, y Pullman, de Brasil, aún más que el anterior con sus $3.200.
Por qué el pan lactal importado es más barato que el nacional Ante este panorama, las marcas nacionales corren en desventaja frente a estas opciones importadas. Pero, ¿por qué las marcas locales parecen no poder competir? Al menos en el caso de Brasil, esto se debe a que, pese a que el trigo proviene de Argentina, su industrialización es más barata, lo que les permite comercializar el pan envasado a precios más bajos.
Partiendo de un factor clave como lo es el salario mínimo, que en Brasil es de 1.520 reales (equivalentes a 151.800 pesos argentinos), mientras que en Argentina es de $308.200, el costo laboral en la industria alimentaria en el país vecino es significativamente más bajo que el nacional. Esto se ve reforzado por una inflación más controlada, una economía estable y un mercado laboral más amplio, lo que permite una mayor competencia salarial y, por ende, costos menores por cada sueldo que se abona.
Así lo destaca un informe de la OCDE que recurre a la siguiente comparación: Brasil tiene una población de más de 200 millones frente a los 45 millones de Argentina, objetivamente tiene un mercado interno más grande que facilita la producción en mayor escala. Y, en el caso de Estados Unidos, la firma Oroweat produce de manera local y está enlazada directamente con Bimbo, Fargo, Rapiditas, Valente y Takis, entre otras, logrando así no pagar los aranceles de importación, cargas impositivas y reducir sus costes al enlistarse con otras grandes firmas de la misma rama.
Así, la irrupción de panes envasados en las góndolas argentinas, lideradas por marcas como Bauducco, Visconti, Panrico y Pullman, transformaron el mercado del pan lactal, ofreciendo precios hasta un 27% más bajos que los locales. Esta diferencia beneficia directamente a los consumidores que, frente a una inflación controlada pero aún en alza, intentan reducir los gastos de la canasta básica.
Sin embargo, esta competencia también tiene su contrapartida que es el desafío al que debe enfrentarse la industria local con panaderías industriales cerradas y una economía que no les permite expandirse. Obviando esto último, el gobierno de Milei celebra la libre competencia en el mercado, que los consumidores se beneficien, y sugiere a los empresarios locales aggiornarse a sus políticas o perecer en las góndolas.
FUENTE: IPROFESIONAL
Miércoles, 11 de junio de 2025
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