Salud Una solución cuando no llegás a tiempo al baño La vejiga hiperactiva (VH) es una enfermedad que se caracteriza por la necesidad imperiosa y urgente de orinar. Esto puede, o no, incluir la pérdida de orina (incontinencia urinaria).
Es necesario explicar que la incontinencia urinaria, en caso de haberla, puede ser un síntoma de la VH, pero también puede serlo de otras patologías urológicas. Además, hay que diferenciar los casos de vejiga hiperactiva idiopática -que se calcula que representan el 80%-, cuya causa no está dilucidada, de los casos de vejiga hiperactiva neurogénica -constituyen un 20% -, cuyo origen puede ser una enfermedad, una herida, o un defecto de nacimiento que afecta al cerebro, la médula espinal o los nervios que se dirigen hacia la vejiga. “Los pacientes neurogénicos suelen recurrir tempranamente a un urólogo ya que, por su lesión o enfermedad, ya están siendo tratados por uno o varios médicos” , explica el médico urólogo doctor Gustavo Garrido, jefe de Urodinamia del Hospital de Clínicas “José de San Martín”, y urólogo asociado del Centro de Urología C.D.U y del FLENI. “En cambio, gran cantidad de pacientes sin enfermedades neurológicas padecen de vejiga hiperactiva idiopática y suelen presentar estos molestos síntomas urinarios, que son aceptados en silencio como hecho normal de la vida, sin saber que con una consulta médica adecuada este padecimiento puede resolverse” , añade. De no ser tratada, la vejiga hiperactiva, es una enfermedad extremadamente cara y desgastante, no sólo para quien la padece sino también para su entorno familiar: “Hay que tener en cuenta los gastos en pañales, cremas para la dermatitis, lavandería, ropa, además de los gastos en consultas médicas y medicamentos” , advierte el especialista. La vejiga hiperactiva se presenta en un 1% de la población de entre 15 y 20 años, en un 17% de la población general y en un 60% entre los adultos mayores. “Los pacientes que sufren esta enfermedad se levantan repetidas veces para ir al baño durante las horas de sueño. Y las personas que interrumpen el sueño más de dos veces cada noche, ven afectada seriamente su calidad de vida” , manifiesta Garrido. La falta de descanso produce un efecto devastador en la vida de los pacientes, ya que deteriora desde su productividad laboral hasta su vida social. ¿HAY SOLUCION? En la actualidad, existen diversos tratamientos para la vejiga hiperactiva, tanto si se trata de idopática como de neurogénica: la elección de la alternativa terapéutica más adecuada dependerá del cuadro de cada paciente. Según Garrido, iniciar el tratamiento con terapias conductuales es muy recomendable, ya que los buenos hábitos serán un gran aliado en el camino hacia la recuperación de cualquier paciente. “Se les recomienda siempre reducir la ingesta de agua después de determinada hora, dejar de fumar, bajar de peso, establecer horarios para ir al baño, por sólo nombrar algunos cambios necesarios” , ejemplifica. Se sugieren además las terapias kinesiológicas para fortalecer los músculos que logran la continencia y luego iniciar una terapia farmacológica. “En general, la medicación oral funciona bien en el 70% de los casos pero muchas veces el paciente no puede cumplir con el tratamiento a largo plazo, lo cual compromete su mejoría” , explica el urólogo. Además, los pacientes con vejiga hiperactiva a menudo padecen efectos adversos como sequedad en la boca, visión borrosa y constipación, lo que los lleva a buscar nuevas alternativas. Los casos en que la medicación no funciona se denominan “vejiga hiperactiva refractaria”. “Si se trata de un paciente con vejiga hiperactiva neurogénica refractaria, le proponemos la alternativa de aplicarse toxina botulínica. Los resultados son excelentes y los pacientes reportan un cambio en su calidad de vida y la de su familia realmente significativo” , comenta el especialista. Con este tratamiento, aproximadamente el 50% de los pacientes logra eliminar por completo la necesidad de medicación oral, y el otro 50% la reduce notablemente. “La toxina botulínica funciona en aquellos casos en los que la farmacología no logró resultados. Con una aplicación anual, el paciente logrará resultados exitosos, minimizando o eliminando así el uso de pañales” , concluye Garrido.
Miércoles, 19 de marzo de 2014
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