Sociedad Sordas sin violencia: cómo romper la barrera de la comunicación y el aislamiento de las víctimas Un programa inédito en la argentina, y la región, promueve acciones de asistencia, acompañamiento y acceso a la información para mujeres sordas e hipoacúsicas víctimas de violencia de género.
“Si sufrís violencia de género llamá a la línea 144” es el mensaje que más escuchamos o leemos en los medios cuando se trata el tema. Pero esta herramienta, que pareciera estar al alcance de la mano de cualquiera y salva vidas no puede ser utilizada por una porción de mujeres: las que son sordas o hipoacúsicas y no hablan el idioma español, el idioma de los oyentes. Lo mismo les pasa cuando quieren hacer una denuncia en una comisaría de género o en un juzgado. No suelen contar con un interpretes para que las asistan, así se aíslan y no pueden salir del circulo de violencia en que están insertas.
A partir de esas experiencias hace casi 3 años se juntaron dos agrupaciones: “Enlaces territoriales para la equidad de género”, que brinda atención a mujeres oyentes en situación de violencia de género, y “Fundasor”, que trabaja con familiares de personas sordas para su integración, y crearon Sordas Sin Violencia. Se trata del primer programa del país de asistencia, acompañamiento y acceso a la información para mujeres sordas e hipoacúsicas víctimas de violencias machistas.
A partir de esas experiencias hace casi 3 años se juntaron dos agrupaciones: “Enlaces territoriales para la equidad de género”, que brinda atención a mujeres oyentes en situación de violencia de género, y “Fundasor”, que trabaja con familiares de personas sordas para su integración, y crearon Sordas Sin Violencia. Se trata del primer programa del país de asistencia, acompañamiento y acceso a la información para mujeres sordas e hipoacúsicas víctimas de violencias machistas.
A través de una videollamada las mujeres pueden comunicarse con una mediadora sorda, que las contiene, les da información y orienta para hacer una denuncia, en caso de que quieran acceder a la justicia.
”Buscamos que las mujeres que son sordas sepan a dónde dirigirse para hacer las denuncias. Nuestro trabajo es desde el momento que la mujer detecta que está en una situación de violencia hasta que puede alcanzar su propia autonomía”, explicó Reuter.
ACOMPAÑAMIENTO Desde el primer momento se organiza un equipo interdisciplinario: en el que participan psicólogos, intérpretes y mediadoras sordas, que las acompañan a la Comisaría de la Mujer, a la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), al patrocinio jurídico gratuito u otras oficinas del Estado.
Es el único lugar accesible para las mujeres sordas en el cual pueden sentir confianza absoluta de que hay una compañera sorda del otro lado que las va a ayudar Twitear
“El rol de la mediadora sorda es fundamental porque puede hacer empatía. El programa hoy es el único lugar accesible para este grupo, en el cual pueden sentir confianza absoluta de que hay una compañera sorda del otro lado que las va a acompañar, asistir y que en su lengua pueden pedir ayuda”, explicó Mancera.
Mariela León Bani, coordinadora de intervención y responsable Área de formación de intérpretes en abordaje de las violencias, alertó "muchas veces la denuncia la hace un familiar de la mujer. Para los pocos lugares con intérpretes tenés que pedir turnos y lo ideal sería que tengan un lugar especializado a donde ir en cualquier momento”.
Jueves, 11 de abril de 2019
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