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Sospechas de corrupción Odebrecht: un arrepentido contó que Néstor Kirchner sabía de las coimas que Angelo Calcaterra le pagaba a Ricardo Jaime por el tren Sarmiento El testaferro del ex secretario de Transporte Manuel Vázquez dio detalles ante el fiscal Picardi sobre la mala relación De Vido-Jaime, y cómo se decidieron y pagaron las coimas.
Julio De Vido no se llevaba bien con Ricardo Jaime. Cada uno reportaba directamente a Néstor Kirchner. Cuando Ángelo Calcaterra le llevó el negocio del soterramiento del tren Sarmiento Jaime lo consultó con el ex Presidente. Las coimas acordadas fueron de 20 millones de dólares. Fueron algunas de las afirmaciones de Manuel Vázquez -supuesto testaferro del ex secretario de Transporte- en su confesión como imputado colaborador ante el fiscal Franco Picardi. Clarín conoció más detalles de su indagatoria.
Sólo restan dos indagatorias en la causa que investiga el presunto circuito de sobornos alrededor de la adjudicación del soterramiento. Vázquez declaró como imputado colaborador ante el fiscal Picardi y contó que Ángelo Calcaterra (primo de Mauricio Macri) pagó sobornos a ex funcionarios del Gobierno anterior, en bolsos que se entregaban en la oficina de Jaime.
¿De cuánto eran las coimas? Según detallaron fuentes judiciales a Clarín, de 20 millones de dólares pagaderos en dos cuotas, la primera de 5 y la segunda de 15 millones. Según la confesión de Vázquez, en las primeras reuniones se acordaron pagos en dólares y después, en función de los avances de obra, "se hacían pagos en bolsos en las oficinas se Jaime".
Pero hubo más. La historia sobre cómo se gestó el negocio del soterramiento tuvo otro capítulo. Allí Vázquez contó otras intimidades del ministerio de Planificación. Se detuvo en la mala relación que mantenían De Vido y Ricardo Jaime, quienes ni siquiera tenían un vínculo laboral: “se odiaban y no se podía ni ver”.
El presunto testaferro de Jaime recordó que cada vez que De Vido le trababa algún expediente o trámite en Planificación, el ex secretario “hablaba directamente con Néstor Kichner”.
En el marco de esta estructura Vázquez explicó que cuando Calcaterra supuestamente le ofreció a Jaime el negocio del soterramiento del tren Sarmiento y juntos armaron la estructura para el pago y cobro de sobornos, el ex funcionario lo consultó con Néstor Kirchner. Vázquez Indicó en su confesión como imputado colaborador que todo lo que hizo Jaime con la multimillonaria obra estuvo bajo el conocimiento del ex presidente.
Los negocios se operaron bajo estos lineamientos hasta 2009, cuando Ricardo Jaime dejó la cartera de Transporte. Hasta entonces -según Vázquez-, el mayor enojo de De Vido era que Jaime lo había dejado afuera del negocio del soterramiento, “todo lo manejaba Jaime reportando directamente a Néstor Kirchner “, reiteró.
Con la salida del ex secretario inició una segunda etapa en la obra que Investiga la fiscalía a cargo de Picardi: De Vido comenzó a tener el mayor protagonismo, y la empresa que quedó como cabeza de UTE contratista fue la brasileña Odebrecht. Años después admitió haber pagado sobornos millonarios en Argentina para obtener obras.
Es la primera vez que el presunto testaferro de Jaime lo acusa directamente de ser partícipe de maniobras de coimas.
La causa que conducen el juez Martínez De Giorgi y el fiscal Picardi investiga supuestos hechos de corrupción en el contrato para soterrar el Sarmiento. La obra de 3.000 millones de dólares fue otorgada al consorcio constituido por Odebrecht, IECSA (entonces de Ángelo Calcaterra primo de Mauricio Macri), Ghella y ComSa SA. La constructora brasileña ya había dejado el proyecto tras las revelaciones de coimas.
Según la confesión de Vázquez, que espera ser homologada por el juez, Calcaterra pagaba los sobornos a Jaime. Además, admitió ser un intermediario para que la estructura de sobornos se concrete, ya que fue quien presentó a Calcaterra con Jaime. El primo del presidente Mauricio Macri también se encuentra procesado por cohecho en la causa de los cuadernos de las coimas, aunque intentó justificar los supuestos sobornos al gobierno kirchnerista como “aportes de campaña”.
Para la fiscalía hubo un “direccionamiento” de la licitación a favor del consorcio adjudicatario de la obra (Odebrecht, Ghella, IECSA, Comsa) y, en consecuencia, se generaron "modificaciones en el contrato original", detrás de lo que se esconderían los supuestos sobreprecios.
Martínez de Giorgi distinguió al menos dos formas en las que se materializaron los pagos irregulares. Por un lado, a través de servicios de consultoría aparentememente inexistentes a la firma CAESA, y también por intermedio de transferencias "que se enmarcan en el esquema internacional de pago de coimas montado por el Grupo Odebrecht a través desde su División de Operaciones Estructuradas, concretamente materializadas desde y hacia cuentas radicadas en el exterior a nombre de empresas offshore".
Fuente: Clarín
Viernes, 8 de marzo de 2019
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