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Rosario Autos, mansiones y lujo detrás de un narco que ordenó el crimen de un financista La Policía Federal hizo 14 allanamientos simultáneos sobre agencias de coches y propiedades vinculadas a Esteban Alvarado, señalado por la muerte de Lucio Maldonado.
Al prestamista Lucio Maldonado lo ejecutaron en noviembre de tres disparos. Su cadáver apareció en un descampado. Tenía las manos atadas y un cartel entre su ropa que rezaba: “Con la mafia no se jode”. La investigación judicial se direccionó hacia la figura de Esteban Alvarado, un pesado del delito que muchos señalan como uno de los nuevos jugadores fuertes del narcotráfico en el sur de Santa Fe.
Alvarado cayó a principios de febrero en un camping de Córdoba. Se le imputó haber instigado el crimen de Maldonado. Ahora, en busca de más pruebas, los fiscales que están a cargo del expediente ordenaron 14 allanamientos simultáneos en las propiedades y los negocios comerciales vinculados a este líder narco.
El operativo se centró en dos concesionarias de autos y en viviendas de presuntos testaferros, entre ellas una mansión ubicada en la bucólica localidad de Funes. Se trata de un majestuoso chalet de dos plantas emplazado sobre un terreno verde de grandes dimensiones.
En total, se secuestraron unos 30 celulares, más de un millón de pesos en efectivo, documentación de interés para la causa, once armas de fuego de diversos calibres y dos vehículos marca Hilux y Honda Fit. Tres personas fueron demoradas, dos por la tenencia de estupefacientes y uno por la portación ilegal de un revólver.
En el operativo trabajaron de forma conjunta personal de la Policía Federal Argentina (PFA) y de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de Santa Fe. Se llevó a cabo en siete ciudades: Rosario, Pérez, Villa Gobernador Gálvez, Funes, Capitán Bermúdez y Fray Luis Beltrán.
El negocio de los autos –muy utilizado por las bandas narcos para blanquear dinero- aparece como uno de los hilos claves de la investigación.
“El punto de contacto entre Alvarado y Maldonado son los automóviles. Uno de los elementos que estamos analizando como posible disparador del homicidio es un negocio que no resultó como Alvarado quería o alguna cuestión similar en cuanto a manejo de dinero”, planteó días atrás el fiscal Matías Edery tras formalizarse la imputación contra Alvarado.
Por tal motivo, las tareas se centraron principalmente en Automotores Suárez y Concesionaria San Ignacio, ambas ubicadas al oeste de Rosario.
Alvarado había sido detenido en 2012 por integrar una banda que robaba autos de alta gama en el norte del conurbano bonaerense. Los coches eran desguazados en Rosario. Por ese delito fue condenado a seis años y medio de prisión, aunque desde 2016 gozaba de libertad condicional.
Distintas investigaciones, sin embargo, lo marcaban además como un fuerte operador narco en el sur de Santa Fe y como un hombre que fue creciendo en el negocio a partir de la persecución judicial sobre la banda “Los Monos”.
Hasta el crimen de Maldonado había logrado moverse siempre en la sombra, sin dejar cabos sueltos. El GPS del auto en el que fue secuestrado el prestamista antes de ser ejecutado llevó a los investigadores hasta una propiedad de Alvarado, quien a partir de allí quedó implicado en el homicidio.
El periodista y diputado provincial Carlos Del Frade presentó el año pasado un informe en la Legislatura local donde señala a Alvarado como “nuevo gerente” de la venta de droga en el sur de Santa Fe. El legislador pidió, además, que se investiguen sus negocios, su avance económico y sus relaciones con sectores de la Policía local.
En los primeros allanamientos dispuestos por la Justicia por el crimen de Maldonado se descubrieron algunos detalles que podrían relacionar a Alvarado con Javier Makhat, segundo jefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas de la Policía de Investigaciones.
En una vivienda de Alvarado encontraron documentación de un departamento que pertenecía al detenido y que ahora habita Makhat. El comisario fue separado de su cargo y es investigado.
Maldonado desapareció el 10 de noviembre tras informar a sus familiares que iba a cenar con unos amigos. Lo secuestraron cuatro hombres armados y lo llevaron -de acuerdo al relevamiento de cámaras y de un GPS- a una propiedad de Alvarado, en la localidad de Piñero. Quizás allí fue asesinado tres días antes de que apareciera su cuerpo en un descampado en la zona Sur de Rosario.
Fuente: Clarín
Martes, 19 de febrero de 2019
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