Sospechas de corrupción Ya declara como arrepentido el ex contador de los Kirchner: “Está seguro y relajado” Víctor Manzanares lo hace en calidad de testigo protegido ante Stornelli. Se espera más información sobre el lavado de dinero K. En su entorno aseguran que se encuentra “sin peso sobre sus espaldas”.
Víctor Manzanares pasó de ser el contador de la familia Kirchner durante décadas a convertirse en testigo protegido en la causa de los cuadernos de las coimas, tras declarar como arrepentido. Preso en dos causas por lavado de dinero, pasa los días aislado, en un domicilio oculto, con seguridad las 24 horas. Asegura estar "tranquilo" después de declarar para convertirse en imputado colaborador en el caso en el que Cristina Kirchner está procesada como jefa de una asociación ilícita.
Este martes volverá a ser un día clave. Tras el pedido de su abogado, Alejandro Baldini, Manzanares amplía su indagatoria para que finalmente el juez Claudio Bonadio homologue su condición de arrepentido y pueda beneficiarse judicialmente. El contador, que antes de las 10 ya estaba nuevamente frente al fiscal Carlos Stornelli, podría brindar más información vinculada a los Kirchner. En la Justicia esperan, entre otras cosas, nuevos datos relacionados con el presunto lavado a través de los hoteles K (caso Hotesur).
La información que brindó hasta ahora Manzanares, según trascendió de fuentes vinculadas a las causas que lo involucran, permitió establecer que el lavado del ex secretario Daniel Muñoz (fallecido) habría ascendido a unos 500 millones de dólares y no a los "sólo" 70 millones investigados hasta ahora. También, que Cristina Kirchner, sobre todo después de la muerte de su marido, estuvo al tanto de las operaciones ilícitas.
Estas declaraciones le permitieron a Manzanares dejar el Penal de Ezeiza, donde estuvo alojado los últimos días (originalmente se encontraba detenido en Marcos Paz). Es la misma cárcel a la que este lunes fue derivado nuevamente el ex vicepresidente Amado Boudou.
En el caso de Manzanares, aunque continúa con prisión preventiva, ahora se encuentra en un domicilio oculto. Este martes salió de las sombras: regresó a los Tribunales de Comodoro Py para ampliar su declaración como imputado colaborador ante Stornelli.
Manzanares custodió durante años los números de la familia Kirchner. No sólo fue el responsable de firmar las declaraciones juradas de los ex presidentes y de Máximo Kirchner como diputado nacional, sino que también llevó la contabilidad de las empresas Los Sauces SA y Hotesur SA, investigadas ambas por lavado de dinero.
Como fin de un ciclo, desde el año pasado rompió formalmente el vínculo con Cristina Kirchner. “Ya no tengo ningún tipo de relación”, dijo Manzanares ante el juez Julián Ercolini cuando declaró en la causa Hotesur. Así se refirió sobre sus lazos profesionales con la ex presidenta y sus hijos. “Renuncié a todos los poderes ante la AFIP y la DGI”, señaló entonces, después de tres décadas de relación con los Kirchner.
En ese momento, no ocultó su molestia frente a su entorno, al asegurar que no recibió ayuda de ningún tipo desde que ingresó a prisión por ser contador de Los Sauces, la inmobiliaria de la familia Kirchner. ¿Eso lo motivó a hablar ahora?
En las últimas semanas su situación cambió aún más. Decidió ser imputado colaborador en la causa de los cuadernos de las coimas y habló del dinero que Muñoz (ex secretario de Néstor Kirchner) llevaba a Santa Cruz para introducirlo a operaciones de lavado de dinero. Además, dio detalles de la estructura societaria de la familia Kirchner y señaló que una vez fallecido el ex Presidente, la senadora "estaba al tanto de todo".
Hubo un paso más. No sólo brindó información sobre la estructura de lavado de dinero, sino que, como adelantó Clarín, buscó declarar como "arrepentido" en la causa Hotesur, en la que se investigan los negocios hoteleros de la ex Presidenta con Lázaro Báez. La información que la defensa a cargo de Baldini llevó al fiscal Gerardo Pollicita no conformó. "(Lo que dijo) Ya está todo corroborado en el expediente", indicaron fuentes judiciales. La negociación sigue abierta.
La siguiente decisión fue pedir, al temer por su vida, su ingreso al programa de protección de testigos. Completamente aislado, permanece custodiado por el Grupo Especial de Intervención que depende del SPF. Recibe a diario sólo la visita de su abogado. El protocolo para visitarlo es riguroso: el programa no permite que el ex contador tenga comunicaciones telefónicas salvo exceptuadas ocasiones. Cuenta con un televisor. Podría salir del lugar si quisiera hacer ejercicio, por ejemplo, pero siempre custodiado para no poner en riesgo su vida.
En su nueva vivienda, Manzanares "mayoritariamente lee, libros de historia, literatura variada, pero ningún libro sobre política", indicaron desde su entorno a Clarín.
"Está calmo, seguro, relajado y sin peso sobre sus espaldas", lo describieron quienes mantuvieron comunicación con él en el último tiempo. En este contexto, pidió una ampliación de indagatoria frente al fiscal Stornelli. Está dispuesto a dar más información sobre las empresas vinculadas a la familia Kirchner.
Fuente: Clarín
Martes, 19 de febrero de 2019
|