Internacionales Una exministra francesa fue elegida para dirigir la UNESCO Tras la retirada de EEUU e Israel, el organismo internacional eligió a la exministra Audrey Azoulay. La elección debe ser validada por la conferencia general de Estados miembros. La ex ministra francesa de Cultura Audrey Azoulay fue elegida directora general de la UNESCO este viernes, frente a su rival catarí, un día después de que Estados Unidos e Israel anunciasen su salida de la organización, acusándola de ser antiisraelí. Si la conferencia general de Estados miembros confirma, el 10 de noviembre, la elección del consejo ejecutivo, la ex ministra francesa de 45 años se convertirá en la segunda mujer en dirigir la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, en un momento crucial de su historia. Fragilizada por sus disensiones y sus dificultades económicas, la UNESCO, con sede en París, sufrió "un duro golpe", según la saliente directora general, la búlgara Irina Bokova, tras el anuncio de Estados Unidos y de Israel. "En un momento de crisis, hay que implicarse más que nunca, buscar reforzar (la organización) y no abandonarla", declaró Audrey Azoulay luego del voto. La ex ministra prometió abocarse lo antes posible a "restaurar la credibilidad y la confianza de los Estados miembros". El presidente francés, Emmanuel Macron, celebró su victoria en Twitter, afirmando que "Francia continuará luchando por la ciencia, la educación y la cultura en el mundo". En la última ronda de votación, iniciada el lunes, los 58 miembros del Consejo Ejecutivo dieron finalmente 30 votos a la francesa, contra 28 al qatarí Hamad bin Abdulaziz Al Kawari, también ex ministro de Cultura. Azoulay, que tiene orígenes judíos y marroquíes, recibió el apoyo de Egipto, cuya candidata Mushira Jattab había llegado segunda al igual que la francesa en el la votación del jueves por la noche, pero que fue eliminada este viernes en un voto organizado para ver cuál de las dos seguía en carrera. Su rival, que estaba al frente desde el principio, pero no consiguió recabar apoyos entre sus vecinos del Golfo. En junio, Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Bahrein y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con Catar a quien acusaron de apoyar a grupos extremistas y de acercarse a Irán. Qatar había financiado generosamente la UNESCO en los últimos años y realizado una intensa campaña por el puesto, que le habría ayudado a impulsar su imagen a nivel internacional en un contexto de crisis con sus vecinos del Golfo. Pero su candidato tuvo que enfrentar recientemente nuevas sospechas de antisemitismo en torno a él, repetidas por el Centro Simon Wiesenthal de Europa y la Liga Antidifamación (ADL) de Estados Unidos. Se le reprocha, en particular, su presunto silencio ante la presencia de libros antisemitas durante las ferias del libro organizadas cuando era ministro de Cultura.
Fuente: NA
Sábado, 14 de octubre de 2017
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