Educación Los alumnos de la Ciudad terminarán 5° año con dos materias del CBC acreditadas  Los cambios se darán en el contexto de una gran reforma del secundario en función del mercado laboral futuro; el gobierno analiza una instrumentación gradual desde el año que viene.
"Secundaria del Futuro". Tal es el nombre del contundente proyecto de reforma del nivel medio que el gobierno de Ciudad de Buenos Aires viene diseñando desde hace meses. Ayer se presentó un avance a gremios y escuelas, que ya causan polémica.
El 50 por ciento del quinto año se desarrollará en empresas y organizaciones extraescolares vinculadas con los intereses de los alumnos.
Los estudiantes de 5° año saldrán del secundario con dos materias generales del CBC acreditadas. No habrá notas y se elimina la repetición.
La evaluación será por créditos y los alumnos con problemas en un área pasarán al año siguiente y reforzarán sólo esa área. Además se elimina la organización por materias.
Así surge del documento oficial titulado "Secundaria del futuro", al que accedió LANACION en forma exclusiva, elaborado en los últimos meses por el ministerio de Educación de CABA, y donde queda diseñada la reforma a la escuela secundaria porteña a partir de 2018.
La reforma impactará en la vida de 84.845 alumnos que cursan en las 143 escuelas secundarias de la ciudad de las cuales 78 son escuelas medias, 13 artísticas, 38 ténicas y 14 escuelas normales.
Las premisas de la reforma que impulsa el gobierno se basan en dos datos de un futuro inquietante. Que "el 50% de los puestos de trabajo desaparecerán, y los nuevos exigirán nuevas combinaciones de capacidades" y que, a partir de ese horizonte, "el 65% de los alumnos que ingresan en primaria trabajarán en puestos de trabajos que todavía no fueron creados", tal como consta en el documento de trabajo.
Con ese mundo adulto como el destino natural de los adolescentes que salen del secundario, la nueva escuela secundaria que propone el gobierno de la ciudad a partir del año próximo analiza el sistema educativo de nivel medio sobre todo en función del mundo laboral que aguarda a los jóvenes, y de su necesidad de inserción en ese universo disruptivo. "La sociedad cambia a un ritmo más acelerado que el sistema educativo", afirma el documento.
En ese contexto, el proyecto plantea un "nuevo paradigma" para pensar al estudiante como "un ciudadano del siglo XXI, talentoso, creativo, crítico, cooperativo, emprendedor, alfabetizado digitalmente y con capacidad de adaptación".
Tres ciclos, e impacto en la primaria
El nuevo secundario está organizado en tres ciclos: un ciclo básico de dos años, uno ciclo orientado de otros dos años y el último año, el "año integrador y formativo del más allá de la escuela", de acuerdo con la retórica del documento oficial.
El sexto y séptimo grado de primaria también serán alcanzados por el proyecto y son considerados un "tiempo de preparación" para el ingreso al secundario.
En esos dos grados, se empezará a trabajar con guías y proyectos de aula institucionales. Los alumnos llegan a primer año con un informe de su escuela primaria que detalla el desempeño en las áreas de conocimiento, habilidades socioemocionales, vínculos entre pares y adultos, relación familia-escuela, entre otros.
También en primaria se darán cursos de articulación y nivelación en las asignaturas nodales como matemática, lengua y técnicas de investigación.
Adiós a las materias, sí a las áreas de conocimiento La enseñanza no estará organizada en torno a "asignaturas sueltas en compartimentos estancos", dice el documento. Serán integradas en cambio en cuatro áreas de conocimiento.
Las cuatros áreas serán ciencias sociales y humanidades, con historia, geografía, formación ética y ciudadana, economía y filosofía; el área científico tecnológica, con matemática, biología, educación tecnológica, física-química y tecnología de la información. También comunicación y expresión, con lengua y literatura, lenguas adicionales, educación física y arte. Y luego las orientaciones.
El fin de la clase magistral
Ya no habrá clases magistrales expositivas. Ahora el docente introduce temas y es un facilitador del trabajo colaborativo en clase. "Guía y articulador de conceptos claves", así sintetiza el rol docente la nueva propuesta.
El 30% de la clase se dedicará a introducir el tema y el 70% restante, el alumno aprende investigando, explorando, guiado por el docente y mediado el aprendizaje por la tecnología.
Habrá tutorías, con dos tutores por curso que funcionarán como "guía de la trayectoria escolar" y armará la Biografía Escolar del estudiante.
Pasantías en 5° y una puerta al CBC
En 5° año, el 50% del tiempo estará destinado a "aplicar los aprendizajes en empresas y organizaciones según los talentos e intereses de cada alumno", explica la propuesta. El otro 50% será destinado al desarrollo de habilidades y proyectos de emprendedurismo.
En este último año, los alumnos también acreditarán dos materias generales del CBC de la UBA.
Ni notas ni repitencia
La evaluación apelará a procesos de evaluación por parte del docente, pero también a autoevaluación y coevaluación. El objetivo es "el logro de la autonomía personal y académica de los estudiantes".
Se evaluará al alumno o a grupos de alumnos y se evaluarán "destrezas, conocimientos, habilidades, desempeños". La evaluación será continua y se comunicará a través de un documento.
Se eliminan definitivamente las calificaciones numéricas, reemplazadas por un sistema de créditos. El crédito es la unidad de medida y funciona como el reconocimiento académico de los logros obtenidos por el alumno.
Se necesita un mínimo de créditos por área de conocimiento para su aprobación, que será de 210 créditos por cada una de las cuatro áreas, 60 por cada área de sociales, exactas y expresión y 30 créditos a ser otorgados en función del Plan Personal de Trabajo, asistencia y puntualidad, participación en horas de apoyo y actividades extra clase.
El ciclo básico de 1° y 2° año y el ciclo orientado de 3° y 4° demandarán 840 créditos respectivamente para su aprobación. Y el último año, 420.
Para obtener los créditos, el 40% corresponderá a la evaluación del docente, 40% surgirá de guías de aprendizaje autónomo realizado y 20% según logros en actividades con tecnología.
Los alumnos que no logren la cantidad mínima de créditos contarán con apoyo virtual y presencial en el segundo cuatrimestre.
Los alumnos que no logren reunir los créditos mínimos al terminar el año no repetirán sino que "asistirán a contra turno a clases de apoyo del área de conocimiento que necesiten". Es decir, no deberán "repetir" todas las materias sino sólo reforzar el área en la que encontraron dificultades.
La reforma "Sercundaria del futuro" será gradual. En 2018 alcanzará a 17 escuelas con 2495 alumnos de primer año. En 2019 se sumarán 42 escuelas. En 2020, otras y 2021 otras 42 respectivamente.
Fuente: La Nación
Martes, 29 de agosto de 2017
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