Mundo Una multitud espera al Papa en las calles de Cracovia Cracovia, la capital de Polonia, tierra de San Juan Pablo II ya está poblada de jóvenes, entre ellos miles de argentinos, que peregrinaron desde muchas partes del mundo para participar de la Jornada Mundial de la Juventud junto al papa Francisco. Con cantos, banderas y el mate, están unos 7.000 jóvenes argentinos que comienzan a hacerse sentir acompañando al Papa.
Para los 6.800 argentinos, como para los millones de jóvenes de todo el mundo, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ya comenzó inclusive antes de que el papa Francisco no haya pisado suelo polaco aún.
A medida que llegaba iban acomodándose en los alojamientos provistos por la organización, son colegios, parroquias, clubes y casas de familia, todo lugar con piso y techo sirve para estos jóvenes, a quienes parece no molestarles tener que hacer cola para ducharse, ir al baño o comer.
Lo único que importa es estar en Cracovia y vivir la JMJ, destacó Felicitas la enviada especial de la agencia católica Aica.
Explicó que "amistosos polacos que superan la barrera del idioma con el lenguaje universal de la sonrisa reciben a un grupo de porteños que se acomoda en ronda mientras esperan que les traigan sus mochilas de la Jornada".
"Un libro de liturgia, dos guías del peregrino, una pulsera, un cuellito, una toalla con la insignia de la JMJ, y los tickets para comer", son el bagaje para los argentinos recién llegados.
Algunos argentinos viajaron desde hace unos días y aprovecharon para recorrer Europa; otros vivieron durante la semana pasada "los días en las diócesis", espacio que les permitió conocer alguno de los territorios pastorales de Cracovia y otros partieron desde la Argentina este fin de semana.
Este es el decimoquinto viaje internacional del Papa y el primero que realiza al corazón de la Europa católica, aunque el motivo sea la celebración de la JMJ.
En Polonia, Francisco tiene un programa repleto de actos y en los que pronunciará 10 discursos en italiano, excepto uno en español, y entre los que destacan la misa que celebrará en lugares símbolo de la tradición católica como el santuario de Jasna Góra, en Czestochowa, sus visitas al santuario de la Divina Misericordia y al dedicado a Juan Pablo II.
Después participará en los actos relacionados con la JMJ como al Vía Crucis, la vigilia y la misa final con los jóvenes.
Mientras que el 29 de julio, como ya hicieron Juan Pablo II y Benedicto XVI, recorrerá en silencio los campos de exterminio nazi de Auschwitz y Bikernau, donde encontrará a algunos supervivientes.
Fuente: Ámbito
Miércoles, 27 de julio de 2016
|