Iglesia Presionado por el Vaticano, renunció cuestionado obispo argentino Luego de varias denuncias por malversación de fondos y maltrato al clero, el obispo de Zárate Campana renunció.
"Juntamente con las instancias de la Santa Sede hemos elegido éste día (...) que es la última misa que celebro con la comunidad diocesana". De esta manera y a sus 52 años Oscar Sarlinga, obispo de Zarate Campana desde el 3 de febrero de 2006 (cuando el Papa Benedicto XVI lo nombra al frente de la diócesis con más de 950.000 habitantes abarca los partidos de Campana, Pilar, Pilar, Escobar, Exaltación de la Cruz, San Antonio de Areco y Baradero) renunció a su cargo a pesar de los numerosos intentos por mantenerse en él.
Su breve tarea pastoral de 9 años al frente de la diócesis estuvo signada por escándalos económico financieros (entre ellos la compra de un semi-piso en el barrio porteño de Recoleta), supuestos maltratos a sacerdotes y laicos, y situaciones escandalosas no solo en la curia sino también en parroquias como la de la ciudad de San Antonio de Areco, en donde los feligreses han denunciado en diversas instancias y reiteradas oportunidades, al párroco por estar conviviendo con una mujer que sería su esposa y la hija de ambos.
En su despedida , el obispo destacó su cercanía y diálogo con el Papa Francisco: "Tengo que decir con toda justicia y de comunión que en el diálogo en sucesivo con el Santo Padre Francisco, me ha expresado su comprensión y ha acogido mi petición". Sin embargo, los allegados a Sarlinga recuerdan que a las pocas semanas de haber salido electo Francisco, él viajó al Vaticano para saludar a quien había participado de su ordenación como obispo el 17 de mayo de 2003.
Según testigos presenciales, al verlo en la fila que habitualmente hacen los prelados al finalizar la audicencia general de los miércoles, Francisco le indicó secamente y con gesto adusto que siguiera de largo y no se detuviera a conversar con él.
Hombre cercano a Esteban Caselli y al otro todopoderoso Tarcisio Bertone, ex Secretario de Estado del Vaticano, la meteórica carrera de quien en su momento fue uno de los obispos mas jóvenes de la Argentina, comenzó a tambalear cuando además de las denuncias que se recibían en su contra en la Nunciatura en Buenos Aires, para enero de 2014 tuvo que recibir la visita del cardenal Mario Poli -sucesor de Bergoglio en Buenos Aires- a quien le habían solicitado del Vaticano estudiar con especial atención la situación que se vivía en la diócesis.
Según fuentes eclesiásticas, quedaría Sarlinga como administrador apostólico hasta que el Vaticano formalice el nombre del sucesor, que ya se encontraría definido y por participar en la próxima asamblea plenaria de obispos que tendrá lugar en Pilar del 9 al 13 de noviembre. Una vez que asuma el nuevo obispo, Sarlinga podría trasladarse al exterior para seguir desempeñándose como sacerdote en algún lugar donde su figura no sea conocida.
Fuente: Minutouno
Lunes, 2 de noviembre de 2015
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