Sáenz Peña Con obras de infraestructura, la horticultura recupera superficie en el centro chaqueño La concreción de obras de infraestructura que permitirán el almacenamiento de agua a productores que trabajan la huerta, está provocando que la horticultura vuelva a ser una opción después de décadas en las que el algodón le sacó tierras al cultivo de verduras en el departamento Comandante Fernández.
La ausencia de políticas estatales para el desarrollo de la actividad hortícola en el centro chaqueño y el asistencialismo para la siembra de algodón, provocó que en las últimas décadas las quintas de los alrededores de Sáenz Peña fueran desapareciendo. La complicada realidad del algodón, que ya dejó de ser rentable en pequeñas escalas por las condiciones del mercado y por las pérdidas que ocasiona el picudo, ahora está generando que los productores que deciden seguir quedándose en el campo vuelvan a apostar a la huerta y la granja. “En el contacto con los minifundistas se observa que existe la intención de muchos de ellos de volver a la horticultura o hacer producción de granja; se nota un fuerte interés porque la alternativa, con la ejecución de obras necesarias como lo son las represas, es rentable para productores que ya no quieren saber nada con el algodón”, mencionó el agrónomo Juan Tannfeld, quien desde la agencia en Sáenz Peña del INTA trabaja con los chacareros de pequeña escala. En el trabajo de organización de la actividad que desarrollan desde la agencia del INTA, se contabilizan hasta ahora treinta horticultores activos, “pero hay productores que lo fueron y que por las ayudas estatales se volcaron al algodón, pero están volviendo al trabajo con las huerta así que nuevamente se está incrementando el padrón de minifundistas dedicados a la producción de verduras y hortalizas”. Y si las condiciones climáticas lo permiten, en una campaña regularmente buena, los más de treinta quinteros trabajando se traducen en producción de entre noventa y cien hectáreas. Obras necesarias El optimismo puesto en el desarrollo de la actividad hortícola en el centro chaqueño, está fundamentado en el hecho de que, después de décadas se proyectos, se están terminando siete reservorios de agua de dimensiones óptimas para almacenar el vital líquido y que benefician a grupos de pequeños productores del departamento Comandante Fernández. Las obras permitirían que, si se cumple la llegada de El Niño, los minifundistas de la zona puedan almacenar el agua de las lluvias anunciadas para el último trimestre del año. “Ahora nos queda desarrollar los proyectos relacionados con el buen uso del agua que pueda almacenarse en las represas mediante la instalación de sistemas de riego, y el aprovechamiento de los predios a través de la provisión de coberturas para invierno y media sombra para el verano”, acotó Juan Tannfeld. Con la respuesta que es está obteniendo a solicitudes que tienen años de trámites, lo que queda ahora es completar con las estructuras para riego y las capacitaciones correspondientes para lograr un mejor aprovechamiento de las reservas. Los reservorios tienen el objetivo exclusivo de aprovechamiento hortícola y los mismos productores serán los responsables de administrar el volumen de agua capturada y decidir finalmente si, excepcionalmente, podría destinarse para bebida animal. Siembras de invierno En lo que refiere a la actualidad de las quintas, cabe señalar que los aguaceros que hasta hace algunos días atrás aportaron algo de humedad a los secos suelos del centro chaqueño, permitieron que la apuesta hortícola de invierno se siembre con la expectativa de que las quintas recuperen producción. A la humedad, como era previsible en estos meses, siguieron días en los que las demoradas heladas se hicieron sentir y provocaron daños en los sembrados germinados y que carecían de estructuras con cubiertas de protección. Es de recordar que la mayoría de los quinteros hasta ahora no cuentan con la posibilidad de cultivar bajo cubierta, esperándose que los proyectos que prevén salvar esa faltante de estructuras en algún momento se concreten. “Del verano no quedó nada por la seca y las muy elevadas temperaturas, así que con la sorpresiva humedad de otoño en horticultura fue comenzar de nuevo, realizándose las siembras de verduras que son de la época dado que hasta los últimos días de mayo el clima templado y las esporádicos chaparrones alentaron las labores en las quintas”, señaló el técnico del INTA.
Fuente: Diario Norte
Lunes, 11 de junio de 2012
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