Economía La recesión y volatilidad cambiaria pondrían en riesgo las metas fiscales que el Gobierno acordó con el FMI La propia política monetaria genera un retroceso que afecta los ingresos tributarios. Se espera que la cosecha eleve los derechos de exportación y que la actividad no se deteriore más porque no genera espacio para recortar gastos. La propia regla monetaria que se acordó con el FMI y que no logró, por ahora, anclar las expectativas de inflación pero profundiza la recesión, podría dificultar el cumplimiento de la meta de déficit cero.
El efecto de las altas de interés, la aceleración de la inflación y la volatilidad cambiaria sobre la actividad económica compromete el cumplimiento de la meta fiscal, a través de la caída de la recaudación, según coincidieron los analistas. Y la recesión dificulta recortar el gasto social, en subsidios y en obra pública en un año electoral.
El gran desafío es qué pasa en un escenario en que el nivel de actividad no repunta (Sigaut Graviña)
Un nuevo alerta se encendió porque Argentina solicitó un waiver al FMI, para ser eximida de presentar los datos fiscales de marzo para la revisión del Directorio que se hará este viernes, porque en la última revisión no estaban disponibles, según informó Hacienda.
"La exención solicitada no tiene que ver con ningún pedido de modificaciones a las metas del país ni a los plazos", agregaron las fuentes oficiales. La meta del primer trimestre es de $6.000 millones, y al primer bimestre se había alcanzado un superávit de $23.384 millones.
Pero el mes pasado el tipo de cambio volvió a saltar, la inflación se aceleró y las tasas de interés escalaron, y ahora peligra la leve recuperación de la actividad que se había registrado desde diciembre. Y marca un PBI menor sobre el que medir el resultado fiscal.
Los analistas estiman que al primer trimestre se llegará con lo justo o podría alcanzarse un déficit. Y que a fin de año, se llegará al déficit que permiten los ajustadores del gasto social y de capital, un 0,5% del PBI.
"La meta de marzo se cumple con lo justo", previó Lorenzo Sigaut Graviña, economista Jefe de Ecolatina, pero le preocupa "cualquier vuelta a la recesión", ya que la actividad creció diciembre y enero en términos desestacionalizados, pero en marzo volvió a saltar el dólar, la inflación y el tipo de cambio. "El gran desafío es qué pasa en un escenario en que el nivel de actividad no repunta", agregó.
Recordó que los ingresos tributarios estuvieron creciendo por debajo de la inflación y le preocupa que se repitan los sofocones de marzo. "Preocupa que la recaudación crezca por debajo de la inflación. Requiere una contracción del gasto real muy fuerte y el gasto indexado crece por la inflación pasada. Si la recaudación empeora en términos reales, se va a un escenario complejo".
Para el año Ecolatina espera un déficit primario de 0,4 a 0,5% del PBI. "Si no se recupera el salario real, no se reactiva el consumo privado, y eso afecta la recaudación del IVA. Y las empresas entran en economía de guerra y se toman decisiones de informalidad", agregó Sigaut Graviña.
La propia política monetaria, que no consigue bajar las expectativas de inflación, podría dificultar el cumplimiento de la meta de déficit cero "Lo preocupante es que no se puede hacer política de déficit convergiendo a cero en medio de una recesión, con la recaudación en problemas haciendo una política salarial laxa y presiones para levantar el gasto social", dijo Fernando Navajas, economista de FIEL. Afirmó que la decisión de indexar los salarios de los docentes bonaerenses puede afectar la paritaria nacional.
"Hay una subestimación de la dureza de la tasa de interés, del tipo de cambio y del empleo en el ciclo de los bienes durables, que son actividades en blanco, y tiene efectos muy fuertes en la recaudación. Ahora se sufren las consecuencias fiscales del ciclo económico", dijo Navajas.
A Rafael Flores, economista de ASAP, le preocupa el cumplimiento de la meta fiscal del tercer trimestre, después de la cosecha y de que se anuncien las candidaturas a presidente.
Lo preocupante es que no se puede hacer política de déficit convergiendo a cero en medio de una recesión, con la recaudación en problemas haciendo una política salarial laxa y presiones para levantar el gasto social (Navajas)
"La clave es el dato de recaudación y están siendo malos. Y la inflación no compensa la caída de la recaudación. Había una sobreestimación de los recursos en retenciones, por lo que es importante lo que se recaude en abril y mayo. Y hay una caída de todos los impuestos ligados al consumo y la actividad económica", explicó Flores.
"Además, generaría la necesidad de un ajuste mayor en el gasto para llegar a los niveles de déficit acordado con el FMI. Y si la actividad no se recupera, no es posible", agregó Flores.
Flores cree que mientras se sostengan estas condiciones, Hacienda no tiene margen fiscal para incrementar el gasto público: "Si la actividad sigue bajando se complica fiscalmente y electoralmente".
Fuente:Infobae
Jueves, 4 de abril de 2019
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