Política Gesto de Trump a Macri: oficializó revisión del castigo al biodiésel argentino La medida fue publicada en el boletín oficial de ese país. El jefe de la Casa Blanca vendrá a la Argentina y el Gobierno quiere negociar otros temas
En plena cuenta regresiva de la cumbre del G20, que reunirá en Buenos Aires a los líderes de las principales potencias del mundo, el gobierno de Mauricio Macri acaba de recibir un gesto importante desde la Casa Blanca.
A través de una medida publicada en el Federal Register (el boletín oficial de EE.UU.) la administración de Donald Trump oficializó la revisión de los derechos antidumping y compensatorios que pesan sobre el biodiésel argentino y que hicieron caer un negocio que llegó a mover u$s1.500 millones anuales.
El derivado de soja llegó a tener tanto peso en la relación comercial que llegó a equivaler al 25% del valor total de los despachos al mercado estadounidense.
Para la Cancillería sin dudas se trata de un guiño político de Washington porque, en estas circunstancias, EE.UU. podía tomarse hasta dos años antes de revisar la medida.
"La revisión fue solicitada por el Gobierno argentino, con el apoyo de nuestras empresas exportadoras, y está fundamentada en el cambio de circunstancias provocado por la reducción del diferencial entre los derechos de exportación aplicados al biodiésel y aquellos que pagan los insumos del mismo (poroto y aceite de soja)", destacaron desde la cartera que conduce Jorge Faurie.
En efecto: cuando se publicaron las sanciones, el "bio" tributaba internamente un 0%, mientras que el poroto de soja tenía retenciones por 35% y el aceite por 32%. Frente a estas diferencias, las empresas productoras estadounidenses se quejaban de que el Gobierno de Macri alentaba la exportación de biodiésel con medidas tributarias, perjudicándolos.
Como contrapartida, tras los últimos cambios, la ecuación quedó más repartida: para aquellos productos que estaban sujetos a la reducción escalonada de la alícuota de tributación del orden del 0,5% mensual, esta rebaja se hace de una sola vez hasta dejarla en un 18%.
En concreto, ello significa que productos como el poroto, el aceite o la harina de soja pasan a tributar el 18% más el 12% o tope de $4 por dólar de valor de exportación, según corresponda. En tanto que el biodiésel tributa el 15% previamente vigente más el 12% o tope de $4 por dólar exportado.
Así fue como se achicó el gap a favor del "bio". Y es a partir de este cambio que la administración de Trump está dispuesta a rever la medida.
A comienzos de año, el Departamento de Comercio de Estados Unidos había llegado a la conclusión final de que las importaciones de biodiésel de Argentina e Indonesia habían sido objeto de dumping.
Así, los aranceles para el combustible argentino en base a aceite de soja se ubicaron en un rango de entre 71,45% y un 72,28%.
"El Departamento de Comercio determinó que la Argentina está otorgando subsidios injustos a sus productores de biodiésel", aseguraba en su momento la oficina oficial del Gobierno de los Estados Unidos, a cargo de Wilbur Ross.
En este contexto, las plantas exportadoras de biodiésel están pasando un mal momento. En septiembre llegó a haber ocho plantas paradas, con una capacidad de producción de 4,5 millones de toneladas anuales, debido a las restricciones externas.
Al cierre del mercado de Estados Unidos se le sumó que los importadores de la Unión Europea paralizaron las compras ante la posible aplicación de una medida antidumping a este combustible.
Una medida esperada
La decisión de la Casa Blanca de revisar la medida genera una fuerte expectativa en el Gobierno de Macri.
La misma se produce a pocos días de la llegada de Trump al país. De hecho, directivos de la industria del biodiésel esperan un nuevo gesto político y que del encuentro entre ambos mandatarios se llegue a un entendimiento que allane el camino para liberar completamente el ingreso de este producto al mercado estadounidense.
Días atrás, cuando se conoció que la administración de Trump iba a avanzar con esta decisión, Faurie había destacado que la decisión de inicio de la revisión adoptada por el Departamento de Comercio es “un resultado concreto del regreso a la normalización en nuestra relación con el mundo” y explicó que “representa la posibilidad que, al final de dicho proceso, si las negociaciones son exitosas, las importaciones de un producto de nuestro país, con alto valor agregado, puedan recuperar el acceso a un mercado muy significativo como lo es el de EE.UU.”.
En tanto, el secretario de Relaciones de Relaciones Económicas Internacionales, Horacio Reyser, consideró que sería “acertada” esta decisión que “permite comenzar a buscar una solución definitiva a este tema”.
Profundizar el SGP, otro objetivo
Cabe destacar que Trump llegará al país con la "chapa" de aliado, luego de que pulseara a favor del Gobierno en la negociación con el FMI, para garantizar calma en el frente financiero.
En la bilateral que tendrán en el marco del G20, también se tocará el Sistema Generalizado de Preferencias. En el mano a mano, Macri le agradecerá a Trump el regreso de la Argentina a este mecanismo que permite exportar determinados productos sin aranceles.
El SGP, de hecho, ya está activo: según datos de Cancillería, en ocho meses se realizaron exportaciones por u$s200 millones con este beneficio. Esto equivalió al 6,6% del total despachado a ese destino.
Sin embargo, el objetivo del Gobierno es llevarlo al 10%, el nivel que tenía antes de que el entonces presidente Barack Obama lo anulara, en medio de un fuerte cruce político con Cristina Kirchner.
Fuente: iProfesional
Miércoles, 14 de noviembre de 2018
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