Diputados Presupuesto: con la ayuda de un sector del PJ, el Gobierno va por la media sanción Se esperan 15 horas de sesión y un áspero debate. Cambiemos contaría con un piso de 130 votos. Los K y el massismo votan en contra. La aprobación servirá como señal de Macri al FMI.
Serán unas 15 horas de sesión, se espera un áspero debate y con protestas en la calle pero Cambiemos confía que con los votos justos, en la madrugada de este jueves podrá darle aprobación en Diputados al Presupuesto 2019, que necesita para poder mostrar ante el Fondo Monetario Internacional.
Las negociaciones con la oposición se cerraron sobre la hora y este martes la Comisión de Presupuesto, que preside el macrista Luciano Laspina, le dio dictamen al proyecto. Transcurría todavía la reunión cuando se supo que el oficialismo ya había hecho el pedido de sesión especial para este miércoles a las 11, lo que enervó los ánimos de los kirchneristas: “¡Estamos acá al pedo, se cagan en la gente!”, bramó el diputado y presidente del PJ nacional, José Luis Gioja.
En la Comisión de 49 miembros, el dictamen de mayoría se alzó con 23 firmas de Cambiemos para llegar a las 27 con un sector del Peronismo Federal que acompañará -en la Casa Rosada "tocan madera"- en el recinto: el entrerriano Juan José Bahillo, la chaqueña Elda Pértile -con disidencias-, el misionero Jorge Franco del Frente de la Concordia; y Norma Abdala de Matarazzo, del Frente Cívico por Santiago. Dos peronistas federales esquivaron estampar la firma: el cordobés Martín Llaryora, y el salteño Javier David. Tampoco firmó Martín Lousteau, aunque en Cambiemos lo cuentan a favor en el recinto. Pablo Kosiner, jefe de la bancada del Peronismo Federal, habló con la prensa al salir de la reunión de Labor Parlamentaria y admitió que entre 20 y 23 diputados de su interbloque votarán a favor de la “ley de leyes”, y algunos se abstendrían.
“No vamos a votar este Presupuesto”, ratificó en cambio el ex ministro Axel Kicillof en un duro discurso ante la Comisión. Sostuvo que los artículos sobre PPP “van a generar un choreo” y que el 118 busca “fundir al Banco Nación”. El FpV hizo un dictamen de rechazo. El Frente Renovador, oscilante entre la abstención y el rechazo, votará finalmente en contra, confirmó a Clarín la jefa de la bancada massista, Graciela Camaño. Pero se esperan abstenciones y ausencias que contribuyan a la media sanción, y se especula que podría haber alguna “fuga” de la bancada K de diputados alineados con sus gobernadores.
Frente al Congreso habrá manifestaciones de sectores políticos y sindicales en contra del Presupuesto “de ajuste” que se propone lograr el déficit primario cero -exigencia del FMI-, aunque los servicios de pago de intereses de deuda alcanzan los 750 mil millones de pesos. Este martes ya habían empezado las protestas de organizaciones sociales con ollas populares. El flamante interbloque de ex massistas con el Movimiento Evita, que preside Felipe Solá, presentó un proyecto de Emergencia Alimentaria, que señala que cumplir con la alimentación de todos los niños indigentes (1,3 millón) insumiría $31.318 millones, pero son 2,24 veces más la compensación a las petroleras (casi $71 mil millones).
Frente a las críticas por el destino de los recursos el oficialismo contaba hasta este miércoles con 130 votos de piso para la media sanción, y en cuentas muy optimistas, hasta 140.
Para eso debió hacer muchas concesiones. Sumaron $ 500 millones a la partida destinada a Cultura, otros $ 500 millones para el Conicet y $ 400 millones para el INTA.
Para que no se dispare a $ 40 promedio el boleto de colectivo en ciudades del interior, ante la quita de subsidios al transporte, se negoció un fondo compensador de $ 6.500 millones; $ 5.000 millones serán transferidos de manera automática y $ 1.500 millones quedarán en la órbita del Ministerio de Transporte para “emergencias”, precisó Laspina a Clarín.
Uno de los mayores ajustes de este Presupuesto está en las obras públicas, con una baja “real” del 30% pero “se terminarán todas las obras que están empezadas”, aseguró el titular de la comisión.
Las cooperativas y mutuales afectadas a actividades financieras y de seguros al final no pagarán Ganancias, pero aquellas “grandes” de más de $ 50 millones de capital (unas 100 sobre 1.400) tributarán una “contribución especial sobre el capital”.
Un punto que podría resolverse en el recinto es dejar finalmente exentos a los inmuebles rurales (campos, unidades productivas rurales) del Impuesto a los Bienes Personales en el que primero se los incluyó, y hasta ahora se les fijó una alícuota de 0,25% a cuenta de Ganancias. Dejar de lado esta nueva presión tributaria al campo dependerá de una negociación “con los gobernadores”, decían en el oficialismo.
Otros puntos que despertaban suspicacias de la oposición fueron dejados de lado. En el artículo 8, se acotan las facultades del jefe de Gabinete a reasignar partidas a gastos de capital (no gastos corrientes); y se eliminó el polémico artículo 53 que reformaba la ley de Administración Financiera para permitir reestructuraciones de deuda pública “acorde a las condiciones del mercado”.
En cuanto a las retenciones a las exportaciones de soja, se rebajó el techo del 33% al 30%. Actualmente, la alícuota es de 18% y, sobre el saldo de precio, se aplican $ 4 por dólar. Con el dólar entre 38 y 40 pesos, esto redunda en una alícuota total que ronda entre 29% y 30%. “Haber bajado el techo no cambia nada”, dijeron en Cambiemos.
Junto al Presupuesto se pondrán a votación los tres proyectos “complementarios”: el nuevo Consenso Fiscal, que demora la baja impuestos y así les permite a las provincias "compensar” los recortes que sufrirán; los cambios a Bienes Personales; y la suspensión del ajuste por inflación en los balances de las empresas, que evitará que el fisco deje de recaudar $100 mil millones por Ganancias.
Cambiemos considera que llega al recinto con la negociación cerrada y quiere resolver el Presupuesto en general y en particular en una sola votación, para evitar sorpresas de que se rechace algún artículo clave.
Fuente: Clarín
Miércoles, 24 de octubre de 2018
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