Judiciales El chofer Oscar Centeno declaró que quemó los cuadernos de las coimas en su casa Por las idas y vueltas en sus dichos, el hombre que manejaba el auto de Baratta habría estado al borde de perder la negociación para acogerse a la figura del arrepentido. Finalmente el juez lo excarceló.
La investigación sobre los cuadernos de las coimas que involucra a exfuncionarios K y empresarios dio el viernes un giro inesperado: tras asegurar que tenía las anotaciones originales en las que detalló rutas, pagadores y destinatarios de coimas, Oscar centeno declaró ante el juez Claudio Bonadio que en realidad las había quemado. "Quemé los cuadernos en la parrilla del fondo de mi casa", afirmó.
Centeno estuvo al borde de arruinar su acuerdo con el fiscal para declarar como imputado colaborador, ya que la versión de la fogata no fue la primera que dio en los tribunales.
Tan solo un día antes, en su declaración como arrepentido en la fiscalía de Carlos Stornelli, había dicho que los tenía en su poder.
Después señaló la posibilidad de que tal vez su mujer los hubiera llevado a lo de su madre o su hermano (suegra y yerno de Centeno), informó el diario La Nación.
El jueves Stornelli fue en búsqueda de los famosos cuadernos hacia la casa de Centeno, junto con un prosecretario del juzgado de Bonadio y la policía. El arrepentido revisó un estante donde se suponía estaban, pero no estaban. "¿Pero no te acordás que los habías quemado?", le habría dicho su actual mujer. A lo que el asintió y explicó que tenía que llamar a alguien más que podía aportar información.
Sin embargo, el chofer creyó que las anotaciones podían estar en otra casa. Todos fueron a ese segundo destino: la supuesta casa del cuñado de Centeno en Bella Vista. Ahí tampoco estaban los cuadernos. "Era una película de Woody Allen", dijo el funcionario que le relató a La Nación todas estas idas y vueltas en busca de los cuadernos.
Bonadio, cuando le contaron lo que sucedía, decidió que en esas condiciones no iba a beneficiar a Centeno. Fue por eso que demoró más de un día en homologar el acuerdo. La primera regla de todo arrepentido es que no puede mentir, a punto tal que la ley impone penas de prisión muy graves a quien es tenido como colaborador y trata de engañar a la Justicia.
Bonadio le dio a Centeno una última oportunidad. Sin la firma del juez no había arrepentimiento válido ni libertad. Asesorado por su abogado, el defensor público Gustavo Kollmann, Centeno pidió ampliar su indagatoria para dar su versión final. Fue entonces cuando él contó que efectivamente quemó los cuadernos en la parrilla, sin testigos.
Sobre la temporada que no los tuvo en su poder, dijo que los sacó de su casa porque pensaba que su actual mujer se los leía y tenía miedo de que ella pudiera usarlos en contra de su voluntad. También contó que, cuando los recuperó, se enojó con el hombre al que se los dio porque notó que había abierto la caja.
Finalmente, Bonadio convalidó el pacto y le firmó la excarcelación.
Fuente: TN.com.ar
Sábado, 4 de agosto de 2018
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