Política A través de una carta abierta, Macri pidió a la sociedad: "No soplemos el fuego de los discursos de odio" El jefe de Estado consideró en la misiva que este tipo de expresiones son una "enfermedad social" que "debe ser aislada". "Confiemos en el silencio de la inmensa mayoría de argentinos pacíficos", pidió. El presidente, Mauricio Macri, utilizó sus redes sociales para publicar una carta abierta a la sociedad, en la que pide "no soplar el fuego de los discursos de odio".
En la misiva, el jefe de Estado define a este tipo de expresiones como "una enfermedad social", al tiempo que pide "confiar en el silencio de la inmensa mayoría de argentinos pacíficos".
Las declaraciones del primer mandatario tienen lugar días después de que el dirigente Luis D´Elía realizara duras gestiones sobre su gestión. "Habría que fusilarlo en la Plaza de Mayo", consideró el titular de Miles sobre el Presidente.
A continuación, la carta completa:
"Discursos de odio son todas las expresiones que incitan al desprecio de los que por algún motivo son distintos a uno; las que justifican la intolerancia por cuestiones de religión, nacionalismo, elección sexual, racismo o creencias; las declaraciones que promueven la perturbación de la paz; los tweets, notas, posteos, correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y documentos de todo tipo que fomenten la idea de perseguir a una persona o a un grupo de personas; los llamados a la violencia como una posibilidad legítima para imponerse sea como sea; las amenazas... Todas esas expresiones y muchas similares son discursos de odio.
Estoy convencido de que la única manera de alejarnos de los peligros de esos discursos es entenderlos como una enfermedad social y aislarlos hasta que el combustible de su furia se agote.
Intentar persuadir con argumentos de comprensión y tolerancia a los autores de los discursos de odio es como soplar para apagar un fuego. El odio se alimenta de cualquier cosa que se le oponga, como el fuego se reaviva cuando se lo sopla.
Por eso, no soplemos el fuego de los discursos de odio con argumentaciones y mucho menos con ira. Pero tampoco les tengamos miedo.
Porque aunque los voceros del odio son ruidosos y amenazadores, son escasos. Son muchísimos más los argentinos que quieren vivir en paz, muchos más los tolerantes, los respetuosos, los comprensivos.
Confiemos en el silencio de la inmensa mayoría de argentinos pacíficos. Sin decir ni una sola palabra ellos tienen el poder de dejar atrás para siempre a los voceros del odio".
Fuente: Ámbito
Lunes, 30 de julio de 2018
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