Policiales Tenía que cumplir una condena de 28 años, pero estaba prófugo y mató a un policía en San Pedro  Una patrulla de Prefectura arrestó a Roberto Branto Ayala; el detenido por el crimen del oficial Lillo gozaba de salidas transitorias y en octubre pasado no había regresado a la prisión.
Estaba condenado a más de 28 años de prisión, pero recibió el beneficio de las salidas transitorias. En octubre pasado, Roberto Gerardo Branto Ayala debía regresar al penal. Pero no volvió. Fue apresado en la noche del sábado pasado por la Prefectura, aunque su captura no fue por su condición de prófugo, sino como principal sospechoso del asesinato de un policía local en la ciudad bonaerense de San Pedro.
De acuerdo con los pesquisas, el ahora detenido se encontraba prófugo desde el 17 de octubre último, cuando violó una salida transitoria al no regresar a la Unidad Penal Federal 19, en la que purgaba una condena a 28 años y medio de prisión.
Los informantes policiales detallaron a Télam que Branto Ayala había sido condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro por los delitos de "robo doblemente calificado por el uso de arma en poblado y en banda y portación ilegal de arma de guerra".
En tanto, el Juzgado de Ejecución Penal 1 de San Isidro le otorgó luego el beneficio de las salidas transitorias.
El detenido se negó ayer a declarar por el crimen del oficial Nelson Javier Lillo, de 27 años.
El crimen de Lillo ocurrió el jueves pasado, a las 11.30, cuando el policía asesinado intervino para evitar el robo de un camión distribuidor de galletitas de una empresa de Baradero en el cruce de Oliveira Cézar y Rivadavia, de San Pedro.
El oficial Lillo y la policía que lo acompañaba, Laura Lencina, mantuvieron un enfrentamiento con dos "motochorros", uno de los cuales murió y el otro escapó herido, con el dinero robado a los repartidores.
Tanto el policía atacado como el asaltante que quedó baleado en el lugar del hecho fueron trasladados al hospital local, donde el primero murió minutos después de ser asistido, mientras que el delincuente arribó fallecido al centro sanitario.
Confusión de identidad
Si bien el operativo de captura de Branto Ayala tenía como blanco principal a su hijo, que tiene antecedentes de robo y homicidio, los prefectos que participaron del procedimiento visualizaron que el hombre de 56 años tenía dos heridas de bala sufridas poco tiempo antes del arresto. Los investigadores sospecharon entonces que Branto Ayala sería el motochorro que se fugó herido y que fue uno de los autores de disparos que mataron al oficial Lillo.
Al ser atrapado, el Zurdo, tal como se conoce a Branto Ayala, tenía en su poder una importante suma de dinero que, para los investigadores, sería parte del botín.
Fuentes judiciales informaron a Télam que en la mañana de ayer el acusado fue indagado por el fiscal de la causa, Marcelo Manso, quien le imputó el homicidio calificado del oficial Lillo, el robo agravado de la recaudación del repartidor de galletitas asaltado, la tentativa de robo de un automóvil cometida en la fuga, más el delito de portación ilegal de arma de guerra.
Los mismos voceros señalaron que Branto Ayala se negó a declarar ante el instructor judicial, por lo que seguirá detenido a disposición del Juzgado de Garantías 3 de San Nicolás mientras se resuelve su situación procesal.
Según las fuentes, desde ese juzgado, y a pedido del fiscal Manso, se dejó sin efecto la orden de detención que pesaba desde el jueves pasado sobre el hijo, el exconvicto Nazareno Jesús Branto, de 35 años, luego de que perdieron fuerza los datos aportados por uno de los testigos presenciales.
Las sospechas de los investigadores apuntan a que en la moto que interceptó el camión repartidor de galletitas en San Pedro circulaban el fallecido Pablo Morel y Branto Ayala y que este escapó herido junto con un tercer cómplice que actuó de "campana".
La investigación se centra ahora en procurar la identificación a esa tercera persona, agregaron los voceros.
Las cámaras de seguridad que registraron el tiroteo con los policías habrían expuesto que ambos motochorros estaba armados y participaron del enfrentamiento. En el lugar del crimen fue secuestrada una pistola 9 mm utilizada por el asaltante abatido y se realizarán peritajes para determinar si fue el arma usada para asesinar al oficial de la policía local. Branto Ayala estaba desarmado en el momento de su arresto.
Fuente: La Nacion
Martes, 30 de enero de 2018
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