Sociedad Día del Padre: cómo lograr un balance entre el trabajo y la crianza de los hijos  Gustavo Silva vive solo con sus 3 hijos y es el único sustento de la familia; decidió lanzarse como freelance para compartir más tiempo con ellos.
Gustavo Silva siente que debe ser madre y padre. A sus 44 años, vive solo en su casa de Vicente López con sus tres hijos -Franco (15), Ambar (10) y Mateo (7)- ya que se divorció de su pareja en 2011. En una entrevista cuenta que cuando se divorció, Mateo tenía tan solo 2 años. "Mi cuestionamiento es cómo no me di cuenta antes o cómo no fui consciente antes" de la situación de la pareja, dice. Pero continúa su reflexión: "Capaz, si lo volvía consciente antes, me quedaba solo con el más grande y los amo a los tres, son lo mejor que tengo y la razón de todo lo que hago".
Silva trabajaba como programador en el ministerio de Salud de la Nación en una etapa en la que "la situación conyugal no era la óptima y hacía falta una entrada más". Por lo que comenzó a buscar variantes y empezó a trabajar, también, como freelance. Esta última alternativa se convirtió, luego, en su única entrada: sintió que esa era la solución frente al desafío de criar a sus hijos solo y como único sustento de la familia.
El cuenta que, al ver que desde el plano económico le convenía abocarse a este último sistema y que le permitía compartir más tiempo con sus hijos, decidió renunciar a su trabajo en relación de dependencia y dedicarse, por entero, a esta alternativa que, aunque no le diera "un cheque fijo a fin de mes", le daba una mayor flexibilidad.
"Me tiré el piletazo, pero no fue fácil porque tenés las mismas o más responsabilidades que en relación de dependencia y tenés que aprender a trabajar de nuevo sin un jefe o compañeros", dice y agrega que una de las plataformas que más utiliza es Freelancer.com: "Es como un Mercado Libre, alguien publica una necesidad y yo le oferto mi laburo, le digo por cuánto lo hago y en cuánto tiempo y después el cliente me califica". Para Silva la clave está en la reputación, por eso es muy dedicado al punto que, como programador, tiene 4,9 puntos sobre 5 sobre la base de los más de 140 trabajos que realizó vía esta página.
Si bien la mayoría de sus proyectos están en el extranjero, los hace desde su hogar, mientras que sus hijos están en el colegio. El reloj marca las 16.30 y Silva reemplaza el universo de las computadoras por el de las charlas con sus hijos: "Los llevo y los busco todos los días por el colegio y trato de compartir con ellos lo que más les gusta. Cuando están ellos, salvo que tenga un deadline muy importante, no trabajo".
Para Silva la paternidad consiste en "tratar de formar gente que sea mejor que uno", dándoles libertades y responsabilidades de acuerdo a su edad. "Está bueno ver la respuesta de los chicos, cómo se portan y cómo es el trato entre ellos con lo que les tocó vivir; eso es un empujón", sostiene. Prefiere no explayarse en la realidad que viven con su ex mujer, la madre de los pequeños. Se focaliza en lo que tiene para enseñarles a sus hijos. Dice que se esfuerza por transmitirles el valor del respeto, la verdad y la humildad. Siempre bajo la premisa con la que él intenta encarar cada día: que deben "tratar a los demás como les gustaría que los traten".
Fuente: La Nación
Sábado, 17 de junio de 2017
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