Sociedad Alerta: cada vez hay más termos tóxicos Un revelador informe de AméricaTV advierte sobre la expansión de esos recipientes "truchos". Los de acero, además de ser ilegales, pueden contaminar el líquido con sustancias contaminantes para la salud.
El mate conforma la idiosincrasia del pueblo argentino. Es un amigo, un aliado, un compañero de aventuras que va siempre acompañado por el infaltable termo, otro miembro tradicional de las familias. Durante los últimos años, hubo un crecimiento significativo de los termos "truchos" de acero, que ganaron adeptos por su costo bajo y porque al carecer de vidrio no se rompen. Pero sí tienen un efecto extremadamente riesgoso: pueden contaminar el contenido al transferirle sustancias tóxicas.
Un tajante informe de AméricaTV, en América Noticias segunda edición, explicó cuáles son las contingencias en la proliferación de este tipo de termos. Si bien los de vidrio siguen siendo los más utilizados por la población, representando al 65% de los consumidores, los de acero inoxidable incrementaron sus ventas alcanzando alrededor del 35% con más de tres millones de productos distribuidos. Sin embargo, el problema es que todavía hay un gran desconocimiento sobre la existencia de termos de acero fabricados con materia prima prohibida por legislaciones nacionales e internacionales, provenientes en su mayoría desde China.
Las normativas del Mercosur y del Código Alimentario Argentino determinan que el acero apto para la fabricación de termos que manipulan líquidos y alimentos no debe contener más del 1% de impurezas como plomo, arsénico, mercurio, cadmio y cobre. En los termos ilegales, en comparación, los metales tóxicos superan el límite establecido hasta representar el 3% de la composición total. Como el acero presenta porosidad, las partículas contaminantes migran al contenido del termo ocasionando efectos nocivos en la salud de las personas. El acero permitido según las normativas vigentes es el denominado austenítico, de tipo 304, que contiene níquel y cromo en un porcentaje determinado para protegerlo frente a la corrosión y al óxido. Este tipo de recipientes suelen costar cuatro veces más que los termos importados porque la materia prima es quince veces más cara. Por eso, para abaratar los costos de producción los termos tóxicos se fabrican con elementos que infringen esta composición de materiales, eliminando así su capacidad de protección.
Carlos Bender, Gerente Comercial de Lumilagro, explicó cómo funciona este proceso químico que tiene impacto negativo en la salud humana: "el acero apto es uno que tiene la aleación exacta que conforma una especie de película que impide que la porosidad del acero se mezcle con el líquido. Cuando el termo está hecho con un material prohibido, las sustancias migran hacia el contenido". El especialista amplió las consideraciones nocivas que encubren los termos más económicos del mercado: "el acero que se utiliza es chatarra, inclasificable, que transmite sus impurezas al líquido. El vidrio es el mejor elemento para mantener la temperatura, incluso por cuestiones de higiene: no es poroso ni altera su contenido".
En el informe televisivo los expertos consideraron que los más expuestos son los niños. Las sustancias tóxicas que se vierten en el líquido de los termos "truchos" pueden originar trastornos que pasan desapercibidos al principio pero que luego se manifiestan en la etapa de la escolaridad. Toxinas como el plomo, el arsénico y el mercurio provocarían en los más chicos déficit de atención, retardos en el lenguaje y en el aprendizaje, problemas digestivos, alteraciones en el coeficiente intelectual o en el crecimiento. Las mujeres embarazadas también merecen especial atención y forman parte de la población de alta vulnerabilidad ya que el plomo atraviesa rápidamente la placenta y la exposición fetal es acumulativa hasta el nacimiento.
Para identificar un termo importado de uno nacional, bastaría reconocer la etiqueta de AFIP que acredita su ingreso legal al mercado. Sus paredes internas tendrán que ser tan lisas como las exteriores, exento de costuras. Su contenido tampoco debería emanar olores fuertes ni haberse alterado el sabor. En 2011 se decomisaron y destruyeron toneladas de termos "truchos", pero su ingreso al país continúa en franca expansión. Pueblan calles, plazas y comercios por su bajo costo. Pero tienen un alto riesgo en la salud.
Fuente: Infobae
Sábado, 9 de abril de 2016
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