Villa Ángela Quemaron la casa de dos testigos del caso Maira Si bien fue la semana pasada, recién ahora trascendió esta noticia. Se trata de un matrimonio que declaró en contra de Rodrigo Silva, el único condenado por la desaparición y muerte de la joven. Aseguran que la Justicia no actuó a tiempo. El pasado jueves 11 incendiaron la casa en la que vivían dos testigos de la causa por la desaparición y muerte de Maira Benítez, hecho sucedido en Villa Ángela en 2016. Mercedes Antonia Guerra y Andrés Antonio Ojeda, vivían con sus dos hijos en una humilde casa por calles Mendoza y Pedro Riera del Lote 20, y denunciaron que luego de haber recibido innumerables amenazas, su casa fue incendiada, ya que ellos habían tomado parte en la causa por la querella (parte representante de la madre de Maira Benítez, Antonia Morand Leiva), publica Revista Bohemia. Según contó el matrimonio, a poco de leerse la sentencia del juicio por el asesinato y desaparición de Maira, comenzaron «los amedrentamientos». «Al principio, el hecho de que el padre de Rodrigo Silva (único condenado en la causa) aparezca en el barrio nos hacía pensar. Pero después todo se fue agravando», detalló Andrés Ojeda. «Empezaron a cascotear la casa una noche hasta que salí y pregunté qué pasaba. Me dijeron que no me meta más en el puterío de Maira o que me iban a encontrar la cabeza arriba de un palo y el cuerpo desaparecido como Maira. Y que deje de hinchar las pelotas con la Policía porque me iban a prender fuego la casa», agregó Pese a las amenazas, los Ojeda hicieron once denuncias ante la comisaría pertinente y ante las diferentes fiscalías penales (previo al incendio). Primero fueron por amenazas, luego por el robo de las cosas que la familia poseía (cocina, garrafa, colchones y ropa, entre otras). En las denuncias figuraban las referencias y nombres de quienes los amedrentaron y pudieron haber robado e incendiado la vivienda, sin embargo la respuesta de los uniformados a Ojeda fue que «necesitaban una orden de allanamiento para actuar». Hoy la pareja y sus dos hijos residen en un campo donde el padre de familia trabaja, distante a unos kilómetros de la zona urbana de Villa Ángela. Antes por temor, hoy por desamparo. La familia Ojeda reclama protección.
Fuente: La voz del Chaco.
Jueves, 18 de julio de 2019
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